La temporada estival no estuvo exenta de noticias y hechos relevantes, sobre todo por la cuestionada permanencia de Cristián Riquelme como administrador de La Moneda, por lo que hizo oficial su renuncia en febrero mientras la presidenta Michelle Bachelet se encontraba de vacaciones.

Asimismo, el humor realizado en el Festival de Viña atacó a diferentes bloques políticos, donde el público manifestó su descontento frente al gobierno, parlamentarios y gran empresariado.

Sobre esto y más conversó el periodista Mirko Macari en su tradicional columna en el Podría ser peor.

Macari indicó que el humor en Viña fue muy corrosivo, ya que los liderazgos impuestos por los políticos y empresarios se perdieron.

“La élite pierde su autoridad, la élite deja de ser percibida para el resto como élite, vienen a ser iguales”, dijo.

Además, añadió que la semana del festival hubo mucho clima en torno al humor. “Yo creo que el año político partió en Viña”, precisó.

El periodista explicó que todas las reacciones de la élite son de miedo y aunque el gobierno haya pedido hacer estas rutinas “con respeto”, deseaban callarlas. “Esto te refleja lo mal de la reacción (…) el sistema no tenía respuesta para eso”, dijo.

Asimismo, explicó que la élite nunca pensó en cambiar los aspectos negativos que tenían, ya que existiendo señales como la deslegitimidad del sistema político, las incomodidades con las asimetrías de poder respecto a las empresas, no advirtieron la necesaria implementación de cambios graduales.

“Por eso llegamos a este clima, la responsabilidad no es de la gente que está enojada, riéndose de los políticos y dispuestos a lincharlos”, señaló y agregó que “la emoción del miedo está muy instalada en los grupos de poder, precisó.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser peor: