El Celta de Vigo y el Villarreal han sido incapaces de eliminar la igualdad inicial en el marcador (0-0), en un duelo en la zona alta de la tabla en el que, a pesar del resultado, no faltaron emociones en las porterías.

El encuentro diputado en Balaídos finalizó con un resultado incomprensible a tenor de la multitud de ocasiones generadas en ambas porterías. La lucha europea contó con un partido muy entretenido, a pesar de que los espectadores no pudieron vislumbrar ningún tanto, a causa de un Areola y un Sergio Álvarez extraordinarios, que salvaron goles cantados.

Los chilenos Fabián Orellana y Marcelo Díaz fueron estelares durante todo el partido, incluso este último recibió una amarilla a los 51 minutos. Pablo Hernández no jugó en los de Vigo por suspensión.

El reparto de puntos supuso el descenso del Celta a la sexta plaza en favor del Sevilla, a pesar de la buena imagen que dieron los gallegos frente a un contrincante enrachado. Catorce jornadas consecutivas sin perder son las que encadena el Villarreal de Marcelino, gracias, en gran parte, a su portero, que acumula seis partidos seguidos en la competición sin recibir un gol, récord de imbatibilidad en la historia del club castellonense.