El gobierno boliviano aseguró este martes que el hijo del presidente Evo Morales con su ex pareja Gabriela Zapata, está muerto, según el ministro de Defensa, Reymi Ferreira. El personero reveló que el mandatario pidió a un juez exigir a los familiares probar lo contrario.

“Estamos absolutamente convencidos que, lamentablemente, ese niño ha fallecido”, afirmó en una rueda de prensa Ferreira, quien ofició de portavoz de la solicitud planteada por el gobernante a un juez del menor.

El ministro señaló que en los últimos días se le dio veracidad a la versión hecha por Pilar Guzmán, tía de Zapata, quien aseguró conocer al niño: “No ha muerto, lo he tenido en mis brazos”, en medio de un polémica que ha golpeado la imagen del gobernante.

Zapata está detenida desde el viernes bajo cargos de enriquecimiento y legitimación de ganancias ilícitas, mientras la empresa donde ella ocupaba el cargo de gerente comercial, la china CAMC, es investigada por sus contratos con el Estado por unos 560 millones de dólares.

El ministro Ferreira precisó que la solicitud ante el juez permitirá desvirtuar que el niño está vivo, como sostienen familiares de Zapata.

“Se ha presentando un recurso ante el juez de la Niñez y Adolescencia que pide en un plazo de 5 días se pronuncie, en este caso la demandada o sus familiares, presentando al menor de edad, como corresponde, garantizando su reserva y la privacidad”, afirmó el ministro.

La solicitud incluye además “la reparación de daños morales y además la violación de los derechos que tendría el niño”.

Ferreira criticó que “en este momento todo el mundo dice que es verdad (que el menor está vivo) y se ha dicho que el presidente es un mentiroso, que ha mentido”.

El pedido ante el juez es “para que acabe la duda, para que se disipe cualquier duda y se vea quién miente”, indicó Ferreira.

Morales, quien es soltero aunque tiene dos hijos (un hombre y una mujer), aseveró el lunes que quería criar al niño, si está vivo, y señaló sentirse contrariado con la versión que le dio tiempo atrás la madre de que el infante falleció, sin poder constatar esta versión.

El incidente afectó la imagen del gobierno, que a la par confirmó que Zapata utilizaba oficinas del ministerio de la Presidencia -que son usadas por las esposas de los presidentes bolivianos- para contactar a empresarios.

La jefa de la unidad que administra esas oficinas, Cristina Choque, está detenida por haber facilitado su uso a Zapata, mientras el Congreso indaga todos los contratos de la china CAMC.

El escándalo le costó la derrota a Morales en el referendo donde buscaba luz verde para postular a un cuarto mandato consecutivo (2020-2025).