Marzo para la mayoría de los chilenos significa el fin del periodo estival y el comienzo de la “rutina normal”, esta realidad implica un estrés tanto para los padres – los que retoman sus jornadas laborales- como para los niños, quienes deben volver al colegio dejando atrás las tardes de piscina, los paseos a la playa o las eternas horas frente alguna consola de video juego.

Sin embargo, este inicio del año escolar necesita una fase de adaptación que permita a los pequeños empezar el año con el pie derecho y de manera relajada, para eso los padres deben tomar algunas medidas de contingencia que hagan de este proceso algo natural y entretenido.

Para la Directora de la Carrera de la Psicología de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Magister Paulina Gaspar, es esencial que los padres vivan este proceso junto a sus hijos “lo primero es predisponerse positivamente a vivir el retorno a clases recordando a los niños las vivencias positivas que esto implica como compartir con amigos y profesores. También es bueno revisar las áreas en que hubo fallas en el año anterior, ya sea en el rendimiento escolar o la disciplina en la sala de clases, proponiéndose estrategias de cambio con el apoyo de los padres”.

Mientras que “Si significamos el regreso a clases como algo negativo y estresante, es muy probable que dejemos los preparativos para último minuto, lo cual finalmente estresará a toda la familia. Además, nuestras opiniones negativas serán aprendidas por los hijos quienes imitan nuestros comportamientos y actitudes, asociando las clases con una situación tensa”, agregó la psicóloga.

Según la experta, debemos ir preparando a los menores los días previos procurando “retomar gradualmente los horarios de clases, esto se puede logar adelantando la hora de levantarse y disminuyendo los estímulos de TV y juegos electrónicos más temprano, de forma de acostarlos a una hora adecuada”, explicó la Directora.

Efectivamente, lo ideal es adelantar la hora de acostarse en 15 ó 30 minutos por noche durante la semana previa, para que el primer día de clases no se convierta en una verdadera Odisea Al mismo tiempo, de acuerdo a lo señalado por Gaspar, es importante involucrar a los niños en el proceso de compra de útiles escolares, hojear juntos los nuevos libros logrando de esta manera motivarlos a volver al colegio.

Otro buen dato es que el día anterior al regreso a clases, padres e hijos preparen la mochila y el uniforme juntos. Así, mientras más tareas se dejen dispuestas la noche previa, más relajada será la mañana del día “D”.

Finamente, la Directora de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, destacó que “es muy importante que los padres realicen comentarios positivos sobre la entrada al colegio y el nuevo proceso de aprendizaje que inician sus hijos. Se debe promover el dialogo familiar en torno a este tema, indagar sobre las expectativas de los hijos sobre la vuelta a clases, escuchar las motivaciones del niño y evidenciar la voluntad de apoyo de los padres a desarrollar estrategias para facilitar una buena adaptación social y éxito académico”.