Un grupo de 4 gendarmes del penal Bío Bío salvó de ser llevado a juicio por apremios ilegítimos en contra de internos, al ser beneficiados con la suspensión condicional del procedimiento en el Juzgado de Garantía de Concepción.

Los uniformados eran investigados desde el año 2013, cuando la Corte de Apelaciones de Concepción acogió un recurso de amparo en favor de dos reclusos, quienes resultaron con graves lesiones al ser golpeados e incluso arrastrados desnudos por el suelo.

No obstante la formalización y acusación en su contra, la Fiscalía y la defensa de los gendarmes llegaron a un acuerdo que terminó con la suspensión, con la condición de que en dos años no incurran en nuevas infracciones de ley, de lo contrario el caso será reabierto.

Para la Asociación de Funcionarios Penitenciarios, sin embargo, el beneficio fue logrado al no tener el Ministerio Público las pruebas para condenar a los gendarmes, según expresó el dirigente Benito Saravia.

El Instituto de Derechos Humanos, querellante en la causa, se opuso a la suspensión condicional, pero influyó en la decisión del tribunal la capacitación que implementó Gendarmería al interior de la institución, de la cual dio cuenta la encargada de la Unidad de Derechos Humanos, Verónica Hernández.

Esta suspensión condicional del procedimiento es la última adoptada en una serie de investigaciones del fiscal Nelson Vigueras, las cuales se iniciaron tras una media docena de amparos acogidos por la Corte penquista y la Corte Suprema, en donde se acreditaban los maltratos físicos a internos del penal Bío Bío y El Manzano.