Un perjuicio fiscal superior a los 97 millones es el que habrían causado las compras de vehículos realizadas entre 2005 y 2013 por los dueños del Grupo Penta, Carlos Lavín y Carlos Délano.

Según la indagatoria que realiza el Ministerio Público, ambos emplearon la sociedad Inversiones Pacífico para estas compras, a través de la cual evadían impuestos.

En el detalle que publica El Mercurio, se consigna que unas cinco camionetas, 10 station wagons y cinco automóviles fueron adquiridos por medio de Inversiones Pacífico.

Estos 20 vehículos eran utilizados con fines personales por los mismos controladores, sus esposas, el ex gerente general Hugo Bravo y ejecutivos del holding.

El perjuicio fiscal fue estimado por el Servicio de Impuestos Internos, que estableció las fechas de las compras e incluso indicó en la querella que uno de los vehículos, un Land Rover, fue comprado por 83 millones de pesos.

El antecedente surgió tras la declaración del gerente de contabilidad del Grupo Penta, Marcos Castro, el que admitió que a través de la citada sociedad se compraban los vehículos.