Diez afganos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) depusieron las armas en el este de Afganistán y participarán en el proceso de reconciliación nacional, algo que no había sucedido hasta ahora, indicaron este jueves las autoridades.

Según expresó el gobierno provincial de Nangarhar en un comunicado “por primera vez, diez combatientes de Daech (acrónimo en árabe del EI) entre ellos dos comandantes, se han unido al proceso de paz impulsado por el gobierno”.

Por su parte, el jefe del Consejo Provincial por la Paz, Malik Nazir, los diez hombres actuaban en el distrito de Shinwar, situado entre Jalalabad, la capital de la provincia, y la frontera con Pakistán.

“Vamos a garantizar su seguridad y vamos a proponerles trabajo. También impediremos que vuelvan a combatir “, dijo el vicegobernador provincial Mohamad Hanif Girdiwal.

En una ceremonia organizada por las autoridades, Zeitun, uno de los diez combatientes, dijo estar “contento” de unirse al proceso de paz y explicó que llevaba nueve meses luchando con los yihadistas.

Recordemos que en los últimos meses, el Estado Islámico ha intensificado su ofensiva en Afganistán y Pakistán.

Los yihadistas lograron incluso expulsar a los talibanes de algunos de sus feudos en Nangarhar, en la frontera con Pakistán, pero también tienen que hacer frente al acoso del ejército afgano y a los ataques de drones estadounidenses.

Los combatientes del EI en Afganistán suelen ser antiguos talibanes o insurgentes que han llegado desde los países vecinos.