Rodrigo González, humorista que se presentó el martes en el Festival de Viña, tuvo un exitoso debut con su rutina, cautivando al público de la Quinta Vergara.

En conversación con Podría ser peor, Rodrigo González, indicó que no se esperaba el cariño del público y que se subió al escenario nervioso, pero que afortunadamente desde el primer momento fue bien recibido.

“Es más difícil actuar para 5 personas que 15 mil, porque para 15 mil se produce una sinergia increíble, hay un feedback, una conexión”, dijo.

Además. explicó que tuvo dos momentos tensos relacionados con el nervio de dominar en la Quinta Vergara y otro que no se vio por televisión, donde la explosión de un micrófono en medio de la rutina lo sacó de la concentración.

Respecto a este momento, el humorista explicó que quedó en blanco. “Se me fue el sonopronter que me hacía León Murillo y León empezó al aire, yo escuchándolo, a arreglar el problema”, dijo.

Pese a todo, siguió actuando, ya que se sabía el libreto. “Si no hubiera tenido la rutina tan aprendida, me voy a la punta del cerro”, dijo, agregando que tenía unos “torpedos” para ayudarlo a continuar su rutina, pero que no los ocupó.

“Por suerte, por el trabajo también, pude seguir adelante porque la rutina la hicimos 15 mil veces, todos los días, a cada rato”, precisó.

Además, agregó que su paso por el festival “son premios al trabajo que no sé si me merezca, ya es otro día, es el día de Natalia, mañana de Pedro”, señaló.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría Ser Peor:

Parte 1:

Parte 2: