Hasta Brasil llegó una de las aristas de la indagatoria respecto de colusión de precios entre la Compañía Sudamericana de Vapores -CSAV- y otras empresas internacionales, que originalmente fue acusado por las autoridades de Estados Unidos, Europa y Japón en 2012.

En este tipo de casos pueden intervenir autoridades competentes de los países involucrados y por eso la firma del Grupo Luksic fue investigada en estos últimos territorios, y también por la Fiscalía Nacional Económica de Chile.

Dentro de la línea que sigue Brasil las otras empresas investigadas son, además de CSAV, Eukor Car Carriers Inc., Grimaldi Group SpA, Hoegh Autoliners Holdings AS, Kawasaki Kisen Kaisha, Mitsui O.S.K. Lines, Nippon Yusen Kaisha, Nissan Motor Car Carriers Co, Ltd, y Wallenius Wilhelmsen Logistics.

La nueva acción, liderada por la Superintendencia General del Consejo Administrativo de Defensa Económica, podría decantar incluso en severas sanciones y hasta la cárcel para los ejecutivos, aunque no sería el caso de Vapores y otras dos empresas, según la Directora del Centro de la Libre Competencia de la Universidad Católica, María Elina Cruz.

Respecto de las otras empresas que no colaboraron, podrán enfrentarse hasta a penas de cárcel.

Correos electrónicos, llamadas telefónicas e incluso reuniones personales habrían sido parte del modo de operar de 80 personas representantes de las compañías navieras investigadas por la Superintendencia General del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil en la que, además, habría existido una fijación de clientes para sus operaciones.

Según el regulador, “existe evidencia sólida de que la conducta contraria a la competencia contó con la participación de las empresas de transporte marítimo más grandes del mundo“, afirmando que la colusión se habría generado a lo menos entre 2000 y 2012.