El gobierno boliviano vetó a la empresa china CAMC de participar por tres años en cualquier contratación de obras en el país, por incumplimiento, en medio de acusaciones de la oposición de haberse beneficiado por tráfico de influencias.

La oposición considera que esta empresa se adjudicó millonarios contratos beneficiada porque en ella ocupa el cargo de gerente comercial una ex pareja del presidente Evo Morales.

“A partir de la fecha, esta empresa ya está sancionada durante tres años para no participar en ningún proceso de contratación que corresponda al Estado”, informó el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.

La firma china se adjudicó en 2013 dos tramos de una vía férrea entre los departamentos de Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este), de una extensión total de 159 kilómetros, claves para interconectarse con la planta de urea y amoniaco que el gobierno construye con la firma coreana Samsung por 876 millones de dólares.

Tras retrasos en la ejecución de la obra, el gobierno boliviano informó en diciembre -antes de las denuncias- que le rescindía el contrato y procedía al cobro de cuatro boletas de garantía por 158,8 millones de bolivianos, es decir, unos 22,8 millones de dólares.

Claros precisó en una rueda de prensa que las garantías corresponden a un porcentaje del contrato de “722.170.582 bolivianos”, cerca de 103,7 millones de dólares, de la línea férrea, que serán reinvertidos en la obra que se volverá a licitar.

Recordemos que hace una semanas el periodista boliviano Carlos Valverde reveló hace unas semanas que en la firma CAMC trabaja como gerente comercial, Gabriela Valverde, ex pareja del presidente Morales.

El mandatario confirmó la relación y que tuvieron un hijo hace unos 10 años, que luego falleció. Ambos hechos eran desconocidos hasta ahora.

La oposición denunció entonces tráfico de influencias, mientras Morales negó esa acusación y pidió al Congreso y a la Contraloría investigar todos los contratos del Estado con la firma china.

CAMC se adjudicó contratos en el país por unos 560 millones de dólares y realiza obras diversas, como la construcción de una planta hidroeléctrica, y unas fábricas de litio y de azúcar.

La empresa asiática de momento no ha emitido ningún comentario sobre la decisión del gobierno.