Grecia anunció este lunes haber emprendido una serie de acciones diplomáticas para desbloquear el problema de miles de migrantes y refugiados retenidos en la frontera con Macedonia, desde que este país decidió el domingo impedir el paso a los afganos.

Más de 5.000 migrantes estaban bloqueados este lunes en el puesto fronterizo de Idomeni (norte), última ciudad griega antes de Macedonia, de acuerdo con una fuente policial. Según dijo, el ritmo de paso de estos se ha “ralentizado fuertemente”.

En el Pireo, el puerto más grande de Grecia, situado al lado de Atenas, 3.000 migrantes y refugiados llegaron este lunes de mañana, según el ministerio de Inmigración. Sin embargo, los autocares que de costumbre los llevan a Idomeni ya no estaban autorizados a salir de la capital, indicó la policía.

“Hemos emprendido una serie de acciones diplomáticas (…) pensamos que el problema se resolverá”, dijo el ministro griego de Inmigración, Yannis Mouzalas, a la cadena pública del Parlamento.

Estamos haciendo preparativos para que si no se resuelve el problema, si Serbia y Skopje violan las decisiones europeas, seamos capaces de gestionar el problema que se va a crear en Grecia”, advirtió Mouzalas.

Este bloqueo de la ruta migratoria hacia Europa central y del norte tiene como telón de fondo la decisión de Austria de limitar a 80 el número de demandas diarias de asilo en su territorio, y a 3.200 el número de migrantes en tránsito.

“Si Austria cierra sus fronteras, habrá un efecto dominó” en la ruta migratoria de los Balcanes, por la que transitan decenas de miles personas, fundamentalmente sirios, iraquíes y afganos, predijo hace poco una fuente del gobierno griego.

Las islas griegas del Egeo oriental siguen siendo la principal puerta de entrada de los migrantes en Europa. Tras su registro en estas islas, viajan al Pireo, y de allí se desplazan en autocar a Idomeni, para proseguir su ruta camino de Alemania y los países escandinavos.