Una situación paradójica viven los dueños de 30 departamentos ubicados frente a la Torre O’Higgins en Concepción, estructura que quedó con la parte superior inclinada luego del terremoto del 27F.

Esto implicó un riesgo de caía, por lo que evacuaron a los vecinos. Pero, a seis años de la tragedia, la torre reabrió sus puertas, mientras estos propietarios siguen esperando volver a sus hogares.

Mirna Navarrete es dueña de uno de esos departamentos. Contó que en el gobierno pasado el Serviu les recomendó una Egis para reparar los servicios básicos y espacios comunes que habían quedado dañados. La empresa hizo algunos arreglos, pero al poco andar abandonó las obras y delincuentes se robaron artículos de cocinas, ventanas, puertas y cálefont.

Luego del cambio de gobierno indicó que conversaron con el director del Serviu, Eloy Grandón, quien les prometió retomar las obras, pese a ello con su salida todo quedó en cero. En tanto, con las dos directoras siguientes no hubo soluciones concretas.

Y si antes se necesitaban algunos arreglos, hoy la realidad es mucho más compleja.

El seremi de Vivienda, Jaime Arévalo, en dos ocasiones fue a recorrer los departamentos y reconoció que fue una obra mal hecha.

Aseguró que el Serviu tiene el mandato para que haga los estudios para mejorar las partidas que se hicieron de manera incorrecta y que permitan entregar estos departamentos.

Pero, más allá que las autoridades responsabilicen a una u otra administración gubernamental, lo cierto es que los vecinos aún no pueden volver a sus hogares. Son, principalmente, adultos mayores que estos últimos seis años debieron pagar arriendo por un único pecado inicial: estar frente a la Torre O’Higgins y confiar en declaraciones de buenas intenciones.