La fiscalía italiana abrió una investigación contra el hijo del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, por lavado de dinero y sospechas de contrabando de grandes cantidades de dinero en efectivo, informaron este jueves fuentes judiciales a la AFP .

La investigación contra Bilal Erdogan, hijo mayor del presidente islámico-conservador, fue abierta por la fiscalía de Bolonia (norte), a raíz de una denuncia presentada por el empresario turco Murat Hakan Uzan, un opositor en exilio.

Según el empresario, Bilal se refugió en Italia “con una gran suma de dinero” y acompañado por grupo de guardaespaldas armados, que lograron pasaportes diplomáticos para poder entrar en territorio italiano tras el rechazo inicial, asegura la prensa italiana.

El denunciante asegura que hasta 1.000 millones de euros han desaparecido por la corrupción en los más altos niveles del gobierno turco.

Bilal, que llegó a Bolonia hace seis meses, está presuntamente involucrado en un escándalo de corrupción que estalló en diciembre de 2013.

Según la cuenta en Twitter de la llamada “garganta profunda” de Turquía, Fuat Avni, Bilal viajó a Italia el 27 de septiembre pasado con grandes sumas de dinero para administrar las finanzas de la familia.

Bilal Erdogan se fue de Turquía tras las elecciones de junio pasado en las que el AKP, el partido islamo-conservador de la Justicia y el Desarrollo, que su padre dirigió antes de convertirse en presidente en 2014, perdiera la mayoría absoluta de la que gozaba desde 2002.

En diciembre del 2013, el gobierno de Erdogan, que se desempeñaba entonces como primer ministro, fue sacudido por un grave caso de corrupción en el que aparecieron involucrados los nombres de varios ministros y su hijo, este último acusado de tráfico de influencias y malversación.

Erdogan se encuentra en Italia oficialmente para completar un doctorado en la misma universidad donde comenzó sus estudios en 2007 y niega que haya huido de su país.