¿Por qué a pesar de someternos a dietas y tomar varios litros de agua al día seguimos pesando lo mismo e incluso más? Lo más probable es que no estés ocupando la pesa correctamente.

La doctora Saleyha Ahsan, explicó al medio británico BBC Mundo “durante el transcurso de cada día, el peso puede fluctuar hasta 2 kilos”, debido a la cantidad de comida que ingerimos y las visitas al baño que realizamos. Por lo tanto si queremos medir los kilos que hemos perdido debemos pesarnos, a la misma hora del día y el mismo día de la semana.

Además, es recomendable que utilicemos siempre la misma pesa, que la pongamos en la misma superficie cada vez que nos pesemos y que utilicemos la misma cantidad de ropa.

¿Por qué es tan importante ubicar la pesa en la misma superficie? Según explicó la doctora, situar la pesa en una alfombra puede provocar diferencias significativas en el peso, incluso de hasta 10 kilos más.

“El motivo por el cual los resultados son tan distintos es porque la base de la balanza está haciendo la estimación del peso en la alfombra, lo cual significa que la alfombra sustenta parte de tu peso”, dijo Ahsan, quien además recomendó calcular el valor promedio al final de la semana para obtener el peso exacto.

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9 trucos extraños que promueven la pérdida de peso

A continuación, te dejamos con una serie de extraños trucos que los científicos han demostrado que contribuyen a la pérdida de algunos kilos, recopilados por BioBioChile.

1. Comer postre al desayuno

Una pequeña porción de postre al desayuno podría ayudar a mantener tu hambre controlada el resto del día y perder unos kilos.
Así lo determinó un estudio liderado por Daniela Jakubowicz de la Universidad de Tel Aviv (Israel), quien demostró que una dieta baja en calorías, pero que incluye postre o pasteles en el desayuno, es efectiva para bajar de peso.

“La mayoría de las personas recuperan el peso, sin importar la dieta que sigan. Pero si comes lo que te gusta, disminuyes los antojos. Por eso un pequeño trozo de torta (o algo similar) es importante”, señaló la autora de este sondeo.

2. Cortar los alimentos

Aunque parezca tonto, cortar los alimentos en trozos pequeños puede contribuir a la pérdida de peso. Una investigación del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Arizona (EEUU) determinó que esta estrategia ayuda a engañar al cerebro, haciéndole creer que hay más comida en el plato, lo que se traduce en sentirse satisfecho con menos.

3. Hacer ejercicio en la mañana

Hacer ejercicio a cualquier hora del día es bueno, pero en la mañana es mucho mejor. Un estudio de Bangor University en el Reino Unido, determinó que ejercitarse temprano significa quemar más calorías porque generalmente se trabaja más duro que en otros momentos de la jornada.

La explicación es que la gente tiende a estar más enérgica y alerta en la mañana, además de estar menos apurados que aquellos que deben hacerse un espacio en su agenda para poder realizar actividad física.

4. Beber agua tibia

Si bien beber agua fría refresca, ingerirla tibia puede ayudarnos a perder peso. Así lo afirma el personal trainer estadounidense Chris Powell, quien señaló que consumir agua tibia antes de comer ayuda a sentirse lleno más rápido.

5. Comer más

Aunque suena contradictorio, comer más puede ayudar a acelerar el metabolismo. El truco está en comer frecuentemente -alrededor de 5 o 6 veces al día- pero alimentos saludables, ricos en proteína, fibra y otros nutrientes, en lugar de procesados. Esto contribuye además a tener energía suficiente y sentirte satisfecho, sin subir de peso.

6. Oler menta

Oler menta de forma regular puede ayudar a bajar los niveles de hambre y el consumo de calorías, según un estudio de Jesuit University.

Alan R. Hirsch, miembro de la Smell & Taste Treatment and Research Foundation in Chicago, ha aplicado este tratamiento con 3.000 voluntarios, determinando que las personas que con mayor frecuencia huelen los alimentos mencionados, sienten menos hambre y pierden más peso que el resto. En promedio habrían bajado cerca de 13,6 kilos cada uno. Según los expertos, oler alimentos hace que el cerebro crea que en realidad estás comiendo.

7. Comer chocolate

Una investigación realizada por la Facultad de Medicina y Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada (España), determinó que el chocolate no hace engordar, por el contrario, su consumo se asocia a niveles más bajos de grasa acumulada en el cuerpo.

8. Rodearse de azul

Hay una buena razón por la que la mayoría de los restaurantes de comida rápida no están decorados de azul. Y es que aunque no lo creas esta tonalidad actúa como un supresor del apetito.

Servir la comida en platos azules, vestirse de azul mientras comes, y cubrir la mesa con un mantel azul, son buenas opciones.
Según los especialistas, si quieres bajar de peso debes evitar el rojo, amarillo y naranja en el área del comedor, porque fomentan el apetito.

9. Fotografiar la comida

Tomar fotos de los alimentos que ingieres puede ayudar a reducir su consumo. “Tomar fotos y luego mirar hacia atrás puede hacer que la gente se detenga y piense antes de disfrutar”, señala la nutricionista Joan Salge Blake, vocera de la American Dietetic Association.