Cerca de medio centenar de yates zarparon este miércoles desde la ciudad estadounidense de Miami en una inédita regata que los llevará hasta La Habana, en el marco del deshielo iniciado hace más de un año por Cuba y Estados Unidos.

Los 46 yates de carrera iniciaron la competencia poco antes de las 13:00 horas locales (18:00 horas GMT) desde el Coral Reef Yacht Club en Miami, Florida, constató la AFP, con destino al Club Náutico Internacional Hemingway de La Habana, en un recorrido de casi 340 km.

“Es una carrera histórica”, indicó Chris Woolsey, de la organización Southern Ocean Racing Conference (SORC), que comenzó a planificar la carrera luego de que La Habana y Washington restablecieran relaciones diplomáticas a mediados del año pasado.

El año pasado tuvo lugar una regata entre Cayo Hueso, al extremo sur de Florida, y La Habana, pero según los organizadores esta es la primera vez que se realiza un evento como este entre La Habana y Miami, ciudad donde reside gran parte de la diáspora cubana en Estados Unidos.

La SORC, que organiza otras pruebas en el Caribe, hizo su última competencia entre St. Petersburg, Florida, y Cuba en 1959, año en que triunfó la Revolución de Fidel Castro.

Una vez iniciado el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, la organización indagó entre sus socios sobre su disposición de volver a la isla caribeña, y las respuestas fueron positivas, señalaron los organizadores.

“Queríamos participar. Tenemos ganas de ver Cuba, y esta es una manera genial de hacerlo, ir por mar, y vamos a tratar de ser los ganadores de esta carrera que espero se realice por años”, dijo antes de zarpar Stuart Hebb, del barco Thin Ice, a la cadena WVSN. Los organizadores indicaron que todos los barcos recibieron los permisos correspondientes del gobierno estadounidense para navegar hasta Cuba.

Desde que comenzó el deshielo, numerosos deportistas, músicos y artistas estadounidenses han organizado simbólicas visitas a la isla comunista.

Pero con el embargo económico norteamericano aún vigente, el turismo sigue vetado para los estadounidenses, que para viajar a la isla necesitan cumplir con una de las doces categorías permitidas, como visitas familiares o con fines académicos, culturales o deportivos.