En 1985, cuando aún no retornaba la actividad legislativa en nuestro país, se decretó la normativa ISP 466, que determinaba que los médicos veterinarios no podían utilizar medicamentos de uso humano, a menos que tuvieran un botiquín especializado que los certificará.

El problema es que la indicación lleva más de 30 años y nunca ha sido aplicada. Eso hasta ahora, ya que el Instituto de Salud Pública, comenzó a exigirla para todos los veterinarios del país, situación que complica debido a la serie de exigencias que incorpora, según detalló la medico veterinaria Ana Caceres.

150 médicos veterinarios marcharon hacia la plaza de la Independencia de Concepción para mostrar su rechazo a esta normativa. El vocero de la movilización, Edgardo Gallegos, acusó discriminación en contra de los médicos dedicados a la salud de los animales.

Los veterinarios que no puedan obtener el botiquín, ni cumplir con las condiciones de infraestructura que se exigen, no podrán adquirir medicamentos de uso humano como sueros, ampollas, fármacos de quimioterapias o diuréticos, entre otros.