El fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, aguarda un fallo favorable del panel de la ONU tras una larga batalla legal contra Gran Bretaña y Suecia que lo mantiene actualmente viviendo en la embajada ecuatoriana.

Assange quien reveló documentos secretos militares y diplomáticos, se encuentra refugiado hace casi cuatro años para evadir una orden de captura Sueca por denuncia de violación, ya que teme que Estocolmo lo entregue a Estados Unidos, donde podría ser procesado.

El panel de expertos del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, al cual acudió Assange en 2014, tiene previsto difundir este viernes un fallo favorable al australiano.

“El grupo de trabajo llegó a otra conclusión que las autoridades judiciales suecas”, anticipó el jueves a la AFP un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia, país que busca interrogar al australiano por un caso de presunta violación.

Tras conocerse ese anticipo el abogado de Assange, Christophe Marchand, dijo que si Londres, “respeta sus compromisos internacionales con la ONU”, debe “liberar” a su cliente

El fallo del panel no es jurídicamente vinculante, pero en general los Estados los aceptan.

Sin embargo, el gobierno británico se mostró inflexible y dijo que detendrá y extraditará a Assange si sale de la embajada.

“La acusación de violación sigue en pie y la orden de arresto europea sigue vigente, así que el Reino Unido tiene la obligación legal de extraditar a Assange a Suecia”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores británico.

Assange presentó en 2014 una demanda contra Suecia y el Reino Unido ante el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU en la que denuncia que su confinamiento en la embajada ecuatoriana (de la que no sale porque el Reino Unido le niega un salvoconducto a Ecuador) constituía una detención ilegal.

“Hemos sido consistentemente claros en que Assange nunca fue arbitrariamente detenido por el Reino Unido, sino que, de hecho, está evitando voluntariamente una detención legal al elegir quedarse en la embajada ecuatoriana”, dijo el Foreign Office.

Assange ha vivido este tiempo en un espacio dividido en oficina y sala de estar. En ese apartamento dispone de una cinta para hacer ejercicio, una ducha, un microondas y una lámpara de rayos de luz solar artificial.

El jueves, anticipándose al fallo, Assange había anunciado que estaba dispuesto a salir de la embajada del país sudamericano si el panel de la ONU dictaminaba que su detención es legal.

“Sin embargo, si gano, y se concluye que los Estados parte actuaron ilegalmente, espero que me devuelvan mi pasaporte y acaben las tentativas de detenerme”, afirmó.

El australiano de 44 años creó WikiLeaks en 2006, y desde entonces la organización ha filtrado 500.000 documentos militares confidenciales sobre las guerras en Afganistán e Irak y 250.000 cables diplomáticos, en los que abundaban comentarios insultantes a dirigentes locales, que han irritado a Estados Unidos.

La principal fuente de estos documentos, el soldado estadounidense Chelsea Manning, fue condenado a 35 años de cárcel por violar la ley de espionaje.

WikiLeaks afirma que la manera en que Suecia ha manejado el caso es una “mancha negra” en el historial de derechos humanos de este país.

El precio del encierro

Los casi cuatro años de encierro de Assange han sido desgastantes para el australiano, así como también muy caros para los británicos y los ecuatorianos.

Desde que entró a la embajada la policía británica instaló un fuerte dispositivo de seguridad para detenerlo si salía.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa indicó el jueves respecto a este tema que “¿quién va a resarcir el daño que se le hizo a Julian Assange y al Ecuador? ¿Ustedes saben cuánto cuesta mantener la seguridad en la embajada?”, manifestó.

“Hemos tenido intentos de espionaje y muchas otras cosas”, denunció Correa, al tiempo que se mostró satisfecho que se le haya dado la razón a Ecuador “después de tantos años” al considerar ilegal el confinamiento.