El líder socialista español, Pedro Sánchez, emprendió este miércoles las negociaciones para alcanzar un pacto con el resto de los partidos políticas para generar una alianza para formar gobierno, con el PSOE a la cabeza.

El rey Felipe VI encargó a Sánchez durante la jornada del martes la labor de intentar formar un ejecutivo, por lo que el líder del PSOE presentó la mañana de hoy miércoles, al equipo de negociadores que debía emprender inmediatamente las conversaciones con todos los partidos representados en el parlamento.

Su objetivo declarado: encontrar apoyos para combatir el desempleo, las desigualdades, la corrupción y el independentismo catalán.

Sin embargo, las posiciones parecen irreconciliables, ya que los dos nuevos partidos que entraron con fuerza en las Cortes tras las elecciones del 20 de diciembre, Podemos y Ciudadanos, que Sánchez quiere como socios, se excluyen mutuamente de un pacto de gobierno.

Podemos, de izquierda radical, acusa a Ciudadanos de seguirle el juego a los conservadores del Partido Popular (PP), que impusieron drásticas medidas de austeridad durante los últimos cuatro años para reactivar la economía.

Los liberales de Ciudadanos reprochan por su parte a Podemos que defienda un referéndum sobre la independencia en Cataluña y lo acusan de querer realizar la misma política económica que sus aliados de Syriza en Grecia.

“Somos conscientes de la complejidad y de la dificultad”, reconoció el portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Congreso de los diputados, Antonio Hernando.

Partido Popular excluido pese a mayoría

La decisión de que el PSOE forme gobierno, se da luego de que el PP del saliente presidente hispano Mariano Rajoy, a pesar de liderar las últimas elecciones, no lograra mayoría absoluta y no consiguiera liderar al Ejecutivo, tras ser incapaz de generar alianzas.

El líder de Ciudadanos (con 40 diputados), Albert Rivera, había anunciado el martes que intentará convencer al PP de que se abstenga, para permitir a Sánchez gobernar, pero la misión parece imposible.

Los dirigente conservadores se sucedieron en radio y televisión el miércoles para atacar a Sánchez, reiterando que el PP sólo aceptará un gobierno presidido por Rajoy, “vencedor de las elecciones” pese a haber perdido 67 de los 186 diputados que obtuvo en 2011.

La mayor alianza que puede formar Sánchez sería la que propuso hace diez días el líder de Podemos
, Pablo Iglesias: un gobierno “progresista” a tres con el pequeño partido Izquierda Unida.

Sin embargo, Iglesias había presentado su propuesta como un favor a un partido socialista que acababa de obtener el peor resultado electoral de su historia, reivindicando la vicepresidencia y la mitad de las carteras ministeriales.

Las relaciones entre los dos hombres se pusieron tensas: Iglesias acusó el martes a su aliado potencial de “hipocresía” por intentar entenderse a la vez con Ciudadanos y Podemos.

Además, el partido socialista desconfía de un Podemos que aspira abiertamente a arrebatarle el liderazgo de la izquierda. Para superar las reticencias de los barones del partido, Sánchez se comprometió a someter todo acuerdo de gobierno a la votación de los militantes.