El abogado y político Jorge Arrate llegó esta semana a nuestro país tras irse por 15 meses a Europa y Norteamérica acompañando a su esposa, Diamela Eltit, quien realizó labores de docencia universitaria.
A juicio del ex ministro, el 2015 “fue un año muy malo para el Gobierno, pero particularmente para la democracia chilena, porque no es que hayan ocurrido hechos nuevos sino que alcanzaron una maduración, el agua rebalsó el vaso y quedó al desnudo un conjunto de falencias del sistema democrático, del sistema de partidos, de la invasión de la política”.
“La política en Chile está invadida por el mercado, el dinero conquistó a la política [...] El lobby ha sido el pegamento, el engrudo, la baba que juntó la política con el dinero”.
Arrate fue enfático en señalar que el proceso en que la empresa privada se relacionó con la política “aceitó la invasión, la ocupación, de los espacios democráticos de la política por los espacios no democráticos del mercado y del dinero”.
ARCHIVO | Hans Scott | Agencia UNO
Reforma Educacional
El ministro de Educación del gobierno de Patricio Aylwin explicó que él no inventó el financiamiento compartido como se ha dicho, sino que nació desde el Ministerio de Hacienda de la época “y está firmado por las autoridades de Hacienda, yo nunca firmé esa ley”.
“Cuando yo salí del Ministerio de Educación financiamiento compartido era pequeñísimo, entonces, yo responsable por mis culpas pero que respondan aquellos que vinieron después, el gobierno de Frei, el gobierno de Lagos, el gobierno de Bachelet en el que se les disparó el financiamiento compartido a un nivel que nunca fue pensado cuando se realizó esa modificación”.
“La educación es como el aire en el sistema que vivimos y todo el mundo tiene derecho a respirar a través de la educación. Me parece positivo que no haya trabas de carácter económico para esos estudiantes que hoy día van a poder ingresar a la universidad sin CAE, sin intereses, sin tener que endeudarse hasta la camisa y estar hasta no se cuántos años después pagando por educarse”.
Arrate señaló que le hubiese gustado que la reforma se hubiese realizado de otra manera y que lo primero que el Gobierno debió hacer era “fortalecer sus propias universidades, el Gobierno debió fortalecer la educación superior pública“.
