Una ministra india defendió establecer un test prenatal obligatorio para detectar el sexo de los niños por nacer con el fin de reducir los altos niveles de feticidio de niñas en India.

Los tests prenatales de detección del sexo están prohibidos en India para evitar que los padres que quieren un varón lleven a cabo abortos de los fetos femeninos.

Sin embargo, la ministra de la Mujer y el Desarrollo de la Infancia, Maneka Gandhi, viuda de uno de los descendientes de Indira Gandhi, propuso el lunes un cambio de política que consistiría en conocer el sexo del feto lo antes posible y supervisar la evolución del embarazo.

“En mi opinión, hay que cambiar la política actual. Cada mujer embarazada debe saber obligatoriamente si se trata de un varón o de una mujer”, dijo Maneka Gadhi en un discurso en Jaipur (norte).

“Cualquier mujer embarazada debe ser registrada y de esa forma se podrá seguirla hasta el final y saber si dio a luz no y lo que pasó”, agregó Gandhi.

Actualmente los padres y los médicos son pasibles de una pena de cinco años de cárcel si intentan averiguar el sexo del futuro bebé o efectúan un test prenatal, pero ese arsenal penal no logró terminar con una tradición muy extendida.

El primer ministro indio, Narendra Modi, exhortó a los indios a dejar de matar a los fetos femeninos, señalando que el desequilibrio entre los sexos puede tener graves consecuencias.

Según un estudio publicado en 2011 por la revista británica The Lancet, en los últimos 30 años en India hubo 12 millones de abortos debido al sexo femenino del feto.

India contaba en 2011 con una proporción de 940 mujeres por 1.000 hombres, apenas superior a la de 2001, que era de 933 por 1.000.

Esos datos justifican, según algunas ONG, la prohibición de los tests prenatales.