A pesar de que la mayoría de las personas asegura “odiar” las mentiras, lo cierto es que algunos estudios han demostrado que esto no siempre es así.

¿Qué le responderías a tu pareja si te pregunta cómo lo (la) encuentras de su peso, cuando sabes que si le dices que está un poco “rellenito” (“rellenita”) podría sentirse mal?, ¿o qué dirías a tu jefe si llegas atrasado a una reunión luego de haber trasnochado por el cumpleaños de tu mejor amigo?

Según Pamela Meyer, experta en detección de mentiras y MBA en Harvard, un individuo puede decir mentiras blancas hasta 200 veces al día. “En concreto mentimos hasta en 3 ocasiones en los 10 primeros minutos de interacción con desconocidos”, aseguró al periódico español El País.

El sitio estadounidense especializado en temas de psicología Psicology Today, recopiló cuatro verdades respecto a las mentiras, y por ende de los mentirosos. Revísalos a continuación.

1- El efecto “Pinocho”

Un reciente estudio de la Universidad de Wisconsin descubrió que los políticos que mienten tienden a extenderse en sus discursos, a diferencia de los que intervienen brevemente. Para este estudio llamado “Efecto Pinocho”, se utilizó un programa computacional de lingüística para analizar más de 500 declaraciones evaluándolas como “verdaderas” o “falsas”

Por su parte, el periódico norteamericano The New York Times revisó 70 discursos de los candidatos presidenciales, incluyendo a Donald Trump, y descubrió que un 75% de las declaraciones de Trump eran “Muy Falsas” y “Falsas”

2- La verdad puede arruinar el apetito

Una reciente encuesta en el sitio web Zagat Survey´s preguntó a los visitantes de restaurant si acostumbraban a ver la información nutricional en el menú, y un 68% de los participantes señaló: “No, gracias”.

Tal como explica el CEO de la página, TIm Zagat: “Muchas personas salen a comer o cenar para divertirse y por placer, por lo tanto están menos dispuestos a revisar las calorías o la información nutricional”

3- Si me amas, me mentirás

“Los niños reciben mensajes confusos en esta sociedad. Los castigamos por mentir pero les decimos que es grosero decir que un regalo de navidad no les gustó”, sostiene Bella DePaulo, Ph.D, quién lideró un estudio respecto a las mentiras en la Universidad de Virginia, en el que los estudiantes reportaron que les mentían a sus padres en un 50% de las veces.

“El resultado de esto es que ellos crecen mintiendo, y lo justifican sosteniendo que lo hacen para proteger sus sentimientos”, añadió la experta.

4- Enamorarse con mentiras

Las personas no sólo tienden a mentir cuando ya han establecido una relación, sino que sorprendentemente son muchos quienes aceptan el engaño como una parte rutinaria en el ritual de cortejo. DePaulo encuestó a 147 personas, cuyas edades iban desde los 18 hasta los 71 años, y encontró que el 100% mentía a sus parejas.

Robert Fieldman, Ph.D. y profesor de psicología de la Universidad de Massachusetts, quién también ha estudiado la decepción entre ambos sexos, señaló que las mujeres tienden a mentir más que los hombres porque ellas no quieren herir los sentimientos de su pareja, mientras que los varones exageran la verdad para lucir mejor frente a los demás.