La estrella del pop británica Adele se negó este lunes a que el aspirante republicano Donald Trump use una de sus canciones en su campaña electoral de cara a las presidenciales estadounidenses.

El magnate, que no se perdió el concierto que la artista dio en noviembre en Nueva York, utiliza con frecuencia el hit “Rolling In The Deep“, gran triunfador de los Grammy de 2011.

Pero “Adele no ha dado su permiso para que su música sea usada en ninguna campaña electoral”, señaló su representante en un comunicado, que no mencionaba a Trump directamente.

No es la primera vez que Trump recibe la reprimenda de un artista por hacer sonar canciones famosas en sus mítines.

Hace un tiempo, Neil Young y R.E.M se enfurecieron cuando supieron que sus éxitos “Rockin’ In The Free World” y “It’s the End of the World as We Know It (And I Feel Fine)” amenizaban los eventos de su campaña electoral.

Pero no todo son rechazos para el multimillonario empresario. La rapera neoyorquina Azealia Banks anunció en su cuenta de Twitter que votará por él.

Trump, que el año pasado acusó a los indocumentados mexicanos de violadores y pidió vetar la entrada de los musulmanes a Estados Unidos, lidera las encuestas del lado republicano.