Es un nombre que trae buenos recuerdos a muchos gamers y que todavía logra entregar horas de entretenimiento (a pesar de que no todas sus entregas son buenas). Duke Nukem es un personaje legendario en los videojuegos, y el que forjó la reputación de este irreverente personaje ya cumplió 20 años.
A dos décadas de su entrega al público, es bueno recordar qué hizo tan famoso este juego… y las lecciones que debemos aprender de él.
Duke Nukem 3D es, por decir lo menos, un juego violento. Desde las armas brutales que se te dan para utilizar, hasta los enemigos y las localidades en las que te ves inmerso. El juego literalmente comienza con Duke siendo atacado por sorpresa por alienígenas, volviendo de una misión para destruir su base central, y la forma en la que nuestro protagonista reacciona nos dice todo lo que necesitamos saber de él y del juego que nos espera.
“Maldita sea, esos alienígenas bastardos van a pagar por destruir mi auto”.
(Claramente este hombre tiene la mente de un filósofo).
Esa actitud está en todo el juego. Ninguna seriedad y eso es por diseño. Duke Nukem no era sólo un juego de disparos irreverente, sino una parodia de la cultura popular de los años 80 y 90, que logra mezclar una buena jugabilidad con el humor negro de manera perfecta.
No es sólo parodiar lo ridículo de aquellas épocas, sino también crear su propia realidad absurda que mezclara un poco de todo. La ciencia ficción con el humor ridículo, la seriedad de la situación con las explosiones y destrucción, tomadas de películas de acción. Este estilo tan original enamoró de inmediato a muchos jugadores, pues resaltaba sobre todo lo que existía a la fecha. Todos los otros videojuegos creaban historias serias o intentaban revolucionar un campo, mientas que Duke Nukem sólo hacía lo que ya se había probado que funcionaba bien con Doom y lo refinaba hasta su mejor punto.
Tenemos que recordar que en 1996 estalló la fiebre de las tarjetas de video. Fue la primera vez en que se podía acceder sin mucho presupuesto a tarjetas de aceleración 3D que hacen que juegos como Quake sean posibles. En comparación con ellos, Duke Nukem 3D tiene gráficas extremadamente simples, sin embargo eso es lo que lo hace tan memorable para todos quienes lo jugamos. Se destaca no por tener gráficas impresionantes, sino creativas y duraderas.
Hasta el propio Duke humor con esto. Una de las muchas frases del infame personaje es “I ain’t afraid of no Quake!” que se traduce como “No estoy asustado de ningún Quake”. Esto por las incesantes comparaciones que la prensa hizo entre Duke Nukem, un juego decididamente fijado en estilos más antiguos, y el mítico Quake que salió unos meses después en junio de 1996 y dio paso a una nueva era en videojuegos.
Hay que tener agallas -y unas cuantas cosas más– para hacer ese tipo de declaraciones en tu propio juego, sin embargo así era la confianza del estudio 3D Realms ante su mayor competidor. Es como estar escribiendo tu tesis el día anterior a entregarla y decir “total me quedan 12 horas para la entrega”.
En cierta forma, Duke Nukem 3D es el final explosivo de una época de videojuegos que comenzaban a desaparecer, dándole paso a los polígonos y creaciones más complejas que venían en los próximos años, dándonos un último golpe de creatividad y rebeldía antes de que pasara de moda.
Los ejemplos de esta creatividad se encuentran en todas partes, incluso en los enemigos, criaturas alienígenas que son inconcebibles en nuestro mundo debido a sus caras tan extrañas y habilidades que aprovechan su alta tecnología. Aún en los enemigos encontramos referencias a películas de ciencia ficción y acción, como por ejemplo en los huevos de Alien que, obviamente, son referencia a los xenomorfos de Aliens.
Personajes de Duke Nukem
Dicho eso, el juego también tenía una forma bastante polémica de incorporar a las mujeres que estaban en pantalla: o clamaban por tu ayuda o estaban ahí para, eeeh… “interactuar”, y hacer que te mostraran sus atributos. ¿Machista? Obviamente, pero el punto era parodiar la cultura de los juegos y películas de acción de la era, y la “dama en peligro/alocada” estaba en todas partes.
La inclusión de strippers y desnudez fue un tema bastante controversial cuando el juego salió, sin embargo nunca fueron un foco del gameplay, ya que sólo estaban en unas cuantas etapas y rápidamente la gente de olvido del tema.
Duke Nukem Strippers
A pesar de no ser un juego que marcara un antes y un después en la vanguardia tecnológica como lo hizo Quake, Duke Nukem 3D se ganó un séquito enorme en los fanáticos de los shooters por la personalidad de su personaje principal, el cual tuvo líneas grabadas por el gran Jon St. John (Quien irónicamente, ha repudiado la violencia y machismo de su personaje más famoso) que lo convirtieron en un ícono de la cultura popular de los 90, dejando huella en la caracterización de los personajes principales de los videojuegos.
En tema de la jugabilidad, lo que hizo que Duke Nukem resaltara no fue salirse de lo que ya estaba establecido, sino darle un retoque y perfeccionarlo. Duke Nukem 3D es uno de los mejores shooters clásicos antes de la llegada del 3D real, y esto se nota en la popularidad que mantiene con sus más de 20 años de vida.
Existen títulos que literalmente han tenido un peak de popularidad, sólo para caer en el olvido en una fracción del tiempo que Duke Nukem 3D ha estado con el público. Una de las razones son sus herramientas de modificación. Efectivamente, existen miles de modificaciones –mejor conocidas como mods– para el juego. Desde mapas personalizados a campañas completamente nuevas que utilizan todas las facultades del juego al 100%.
Muchas de estas llegaron a ser tan populares que fueron re-lanzadas después de ser auspiciadas por los creadores del juego, como expansiones oficiales, luego de ser mejoradas y refinadas para convertirse en parte oficial del juego. Estas incluyeron Duke it out in D.C, donde los alienígenas invaden diferentes áreas de la capital estadounidense, y Duke Caribbean: Life’s a beach, donde Duke Nukem es atacado por aliens en medio de sus vacaciones en el Caribe.
Duke Nukem Life's a Beach
Nuevamente estas expansiones se encargaron de poner la personalidad de Duke en primer plano, siempre resaltando un humor negro inconfundible y la acción sin parar que caracterizaba a los shooter que formaron la base de este título. Esto es en extremo importante. Para ponerlo en contexto, es como si esa película de fans de StarWars que fue creada en Chile hace unos años fuera tomada por George Lucas y llevada a la pantalla grande (conociendo al hombre, eso sí, la habría arruinado poniendo a Jar Jar Binks en algún lado).
El éxito de Duke Nukem 3D fue el que mantuvo a flote a sus desarrolladores por mucho tiempo, llegando a crear múltiples secuelas. Lamentablemente, la última de estas fue Duke Nukem Forever, que llegó más de una década después de su fecha de lanzamiento inicial y tuvo que ser finalizado por los creadores de Borderlands, Gearbox Interactive, luego de que 3D Realms se viera obligado a vender los derechos.
Por suerte para todos los nostálgicos, Duke Nukem 3D todavía puede ser jugado en computadores y consolas modernas gracias a una nueva versión llamada Duke Nukem 3D: Megaton Edition, que junta todas las versiones y expansiones del juego en un solo paquete.
Duke Nukem 3D es un juego que a dos décadas de su creación todavía es querido por los jugadores, y es complicado encontrar a alguien que no conozca a este irreverente personaje. Salió justo cuando debía, ya que unos años más tarde habría sido ignorado por el público, mientras que con unos años menos su humor negro e irreverente no habría sido aceptado por la gente.
Llegó en el momento adecuado. No prometió de más y se fue como todo un rey. Solo nos queda parafrasear al propio Duke como lo merece:
Hail to the King, baby!
