Se disputaba el encuentro entre el Heracles Almelo y el Ajax por la primera división del fútbol holandés cuando uno de los jugadores protagonizó una ridícula jugada, la cual se ha transformado en el hazmerreír de media Europa, según medios del viejo continente.

¿El protagonista? Mike te Wierik, defensor del Heracles, quien en una contra pudo abrir el marcador para su escuadra pero terminó sufriendo con su puntería.

El jugador robó un balón en el centro del campo de juego y se fue con todo en busca del gol, pero al entrar al área para preparar el disparo desafortunadamente no logró darle al balón, y para evitar la vergüenza solo atinó a lanzarse al piso y llevarse las manos a la cara.