La intervención del ejército ruso en Siria, en curso desde el 30 de septiembre, ha permitido “invertir la situación”, aseguró este martes el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.

Por otra parte, Lavrov sostuvo que las negociaciones de paz sobre Siria auspiciadas por la ONU no tendrán éxito si no se incluye en ellas a representantes kurdos.

“Sin esos participantes, las conversaciones no pueden dar los resultados que queremos, una solución política definitiva en Siria”, dijo Lavrov.

No obstante, corresponde al enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, decidir qué grupos opositores participan en las conversaciones con el régimen, agregó Lavrov.

Las acciones de las fuerzas aéreas rusas, efectuadas por pedido de las autoridades sirias, han ayudado mucho a invertir la situación en el país y a reducir el territorio controlado por los terroristas“, declaró Lavrov a la prensa en Moscú.

El ministro se refería a los yihadistas de los grupos Estado Islámico y Frente al Nosra, filial siria de Al Qaida.

Las fuerzas del presidente Bashar al Asad estaban al borde del hundimiento en agosto tras una serie de derrotas frente a los rebeldes.

Sin embargo, tras el inicio de la intervención rusa, el ejército sirio y las milicias favorables al gobierno, con el apoyo de combatientes libaneses del Hezbolá e iraníes, retomaron la iniciativa frente a los rebeldes, abrumados por la potencia de fuego de los aviones rusos, según los expertos.

El lunes, al comunicar el balance de los últimos bombardeos, el ejército ruso dio cuenta de “avances significativos de la ofensiva en la región de Latakia” que permitieron “liberar más de 92 km cuadrados y 28 localidades, entre ellas Rabia, de importancia estratégica para las futuras operaciones”.