El complicado proceso para llenar el vacío político en Libia continuará en los próximos días para intentar crear un gobierno de unión, a pesar de que el lunes fue rechazado por el parlamento.

Fayez el Sarraj, el primer ministro designado tras un acuerdo auspiciado por la ONU, se comprometió a proponer una nueva formación de gobierno en los próximos tres días.

La nueva propuesta será un ejecutivo “más restringido” que el que fue presentado y rechazado el lunes. La principal razón del rechazo es que preveía 32 ministros, un número considerado excesivo, indicó a la AFP Fathi Ben-Issa, consejero de este gobierno.

La composición del nuevo gobierno será sometido al voto de este parlamento, reconocido por la comunidad internacional, que tiene la sede en Tobruk.

Tras el rechazo del lunes, el jefe de la misión de la ONU en Libia, Martin Kobler, pidió a los responsables que “tomen las decisiones necesarias lo más rápido posible”.

Sin embargo, no será fácil la tarea de equilibrar en un gobierno con menos ministros las distintas regiones, grupos y milicias activos en el país.

En los últimos meses, la comunidad internacional ha aumentado la presión a los distintos grupos para que se unan y poder así hacer frente a los yihadistas del Estado Islámico (EI).

Varios países, incluyendo Estados Unidos, Italia o Francia, están dispuestos a aportar ayuda militar contra el EI pero piden el restablecimiento de una autoridad central.

General controvertido

Libia, un país rico en petróleo, está sumido en el caos desde el fin de la revolución que puso fin al régimen de Muamar Gadafi en 2011.

Aprovechando el vacío de poder, el EI ha tomado el control de Sirte, 450 km al este de Trípoli, y de sus alrededores. Gracias a sus 3.000 combatientes, según estimaciones occidentales, el EI lanzó a principios de enero una ofensiva en una rica zona petrolera del este del país.

Tras rechazar el gobierno de unión, el parlamento de Tobruk decidió también aplazar el voto sobre el acuerdo político firmado en diciembre en Sjirat (Marruecos) por diputados, políticos y representantes de la sociedad civil bajo los auspicios de la ONU .

Los diputados piden que se revise una cláusula sobre el control de la jerarquía militar porque temen que ponga en entredicho el papel preponderante del general Jalifa Haftar, líder de las fuerzas reconocidas por la comunidad internacional.

“La actual comisión encargada de representar al parlamento en el diálogo auspiciado por la ONU será disuelta y un nuevo equipo será nombrado el próximo lunes para negociar la supresión”
de este artículo, indicó el diputado Saltana al Mismari.

El jefe de la misión de la ONU reaccionó al anuncio afirmando que seguirá “consultado con todas las partes para encontrar una solución de consenso”.

La discusión sobre esta cuestión podría complicarse también porque el gobierno rival —el llamado Congreso General Nacional (CGN) instalado desde hace año y medio en Trípoli— pide como condición que se aparte al general Haftar

Desde hace meses, Haftar lleva a cabo una operación militar contra grupos que califica como terroristas en Bengasi (este), una ciudad donde hay varias milicias islamistas armadas.

Fuentes europeas indicaron a la AFP que examinarían el lunes la entrada en una lista negra de los presidentes de ambos parlamentos -el CGN y el reconocido internacionalmente-, por obstaculizar el proceso político.

Y Argelia decidió, por su parte, suspender los vuelos entre Argel y Trípoli a partir del viernes, después que el Fayez el Sarraj visitara el lunes la capital argelina para discutir sobre la evolución de la situación en la vecina Libia.