El rugby se caracteriza por ser un deporte de valores, pero lo que ocurrió en Francia parece estar bastante alejado de los principios que lo representan.

Se enfrentaban los equipos de cadetes (categoría inferior a los 16 años) Stade Toulousain y Perpignan, y parecía que el encuentro se desarrollaría con total normalidad, pero al final del partido sucedió algo no tal propio de este deporte.

Ambos equipos se enfrascaron en una fuerte pelea, ya que las jugadoras del Perpignan no soportaron la idea de caer por 10 a 7 ante Toulouse en su propio estadio, situación que encendió la mecha y culminó en esta batalla campal.