Hangover Clinic es el primer centro médico especializado en curar la resaca y está ubicado a las afueras de Sidney, Australia, uno de los países con mayor consumo de alcohol, ya que según la Fundación para la Investigación y la Educación (FARE, por sus siglas en inglés) cuatro de cada cinco habitantes piensan que hay serios problemas con el alcoholismo en su país, publicó el sitio británico BBC Mundo.

La particular clínica lleva sólo un mes desde que abrió y hasta ahora ha recibido tanto críticas positivas como negativas.

“Como todos sabemos, algunas resacas pueden ser terribles, y hay personas que ni siquiera pueden salir de la cama”, dijo Rod Lang, uno de los trabajadores del centro, a la cadena de televisión neozelandesa 3 News, agregando que las soluciones que se prestan en este centro son mucho más beneficiosas que la opción de comer comida basura.

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Tratamientos

Según BBC, Hangover Clinic ofrece una variedad de tipos de tratamientos tan particulares como la clínica misma, que van desde los 47 mil pesos hasta las 100 mil pesos chilenos, tratamientos que los pacientes reciben acostados en un sofá.

El paquete único bautizado por la compañía como “Impulso” consta de una solución isotónica que se administra por vía intravenosa con vitaminas B y C y un medicamento a elección del paciente para el dolor de cabeza o las náuseas.

Además, hay una segunda opción, el tratamiento que lleva el nombre de “Energizante” que incluye un tratamiento médico tanto para las náuseas como para el dolor de cabeza, e incluye la administración de oxígeno.

Finalmente, en la tercera opción, la más completa y costosa de las tres, llamada “Resurreción” , la persona recibe una hora de tratamiento con un litro y medio de solución isotónica y una inyección de antioxidantes. Este tratamiento se utiliza en situaciones más complejas.

Este centro ha causado polémica ya que podría incitar a las personas a beber en exceso, así declaró la Asociación Médica Australiana (AMA) quién dijo que este tipo de iniciativas puede “alentar las borracheras descontroladas”.

El vicepresidente de la asociación, Stephen Parnis, advirtió que los tratamientos de esta clínica no tienen evidencias médicas y “en el peor de los casos, pueden causar daño a la gente con inserciones innecesarias de cánulas intravenosas” dijo a través de un comunicado, pero el dueño de Hangover Clinic respondió a las críticas explicando que su centro está trabajando bajo la supervisión de funcionarios de Salud de Nueva Gales del Sur y que hasta el momento no han tenido quejas.

Además, dijo que su centro no incita al consumo de alcohol sino más bien ayuda a reducir la carga de trabajo de los servicios de emergencias en los hospitales.

En Estados Unidos existen iniciativas similares como los “autobuses de la resaca” que circulan en las calles de Nueva York y Las Vegas, hoteles que ofrecen terapias intravenosas y compañías de servicio a domicilio.