Siempre que escuchamos que el exceso de grasa en el cuerpo es negativa para nuestra salud, sin embargo, aunque no lo creas, hay algunos médicos que han explicado que la acumulación de grasa en ciertas partes de nuestro cuerpo no resulta para nada perjudicial, incluso hay quienes aseguran que es beneficiosa para nuestro organismo.

Fredrik Karpe, del Centro para la Diabetes, Endocrinología y Metabolismo de Oxford (OCDEM) explicó a el medio británico BBC Mundo que el tejido graso no es tan dañino como muchos piensan, es “un órgano absoluta y totalmente vital para el cuerpo humano” dijo.

Así mismo, Irene Bretón, médico del hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) explicó a BBC que “la grasa en sí misma no es perjudicial. Hay que tener en cuenta su distribución en el organismo y analizar el riesgo que supone para la salud”, aclarando que dependiendo de donde esté localizada la grasa, puede haber un menor o mayor riesgo metabólico.

La doctora Susana Monereo, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), también se suma a la opinión de estos expertos y catalogó la grasa corporal como “un tejido esencial en la supervivencia humana”.

¿Buena o mala?

La grasa subcutánea, aquella que está debajo de la piel “tiende a ser protectora, preferentemente si se encuentra en las caderas y en los glúteos” dijeron Bretón y Monereo. Aunque aclararon que no siempre es positivo tener acumulación de grasa.

“El problema es que un exceso de grasa subcutánea, aunque sea protectora, también puede tener efectos no deseables, como deformidades del cuerpo y problemas de sobrecarga articular”, explicó Monereo.

Por otra parte, Karpe dijo que “la grasa de los muslos y la que se forma alrededor del glúteo es extremadamente buena y se acumula de forma segura para que no se distribuya por otras partes del cuerpo” sostuvo basándose en estudios que demuestran que cuanto más amplias son tus caderas, más sano estás.

La grasa acumulada en los muslos “atrapa” los ácidos grasos e impide que se trasladen al hígado y a los músculos, de esta forma evitan problemas de salud, como la resistencia a la insulina.