El ex presidente de la ANFP Harold Mayne Nicholls se refirió a la sanción de siete años que recibió por parte de la FIFA, la cual entregó las razones del castigo acusándolo de “aceptación y ofrecimiento de obsequios y otros beneficios”.

Tras las acusaciones, Mayne Nicholls se defendió y a través de un comunicado aclaró ser inocente de los cargos que se le culpan. Además señaló que el castigo es “a todas luces desproporcionado”.

“Mantengo mi inocencia ante tales cargos. A lo más, reconozco una imprudencia. Dado lo anterior anuncio que apelaré esta decisión del Comité de Ética de la FIFA, en primer lugar ante el Comité de Apelaciones de la propia FIFA, ante el TAS, y, en caso de ser necesario, incluso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea”, sentenció.

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El ex dirigente agregó que mientras evaluaba las posibles sedes de los mundiales de 2018 y 2022 “actué siempre en pro del mejor interés del fútbol con neutralidad e integridad”.

“En el desarrollo de mis obligaciones durante la evaluación de las posibles sedes para los mundiales de 2018 y 2022 actué siempre en pro del mejor interés del fútbol con neutralidad e integridad, presentando un informe profesional, honesto e imparcial al Comité Ejecutivo de la FIFA”, dijo.

Finalmente el chileno las emprendió con el Comité de Ética de la FIFA y al Departamento de Comunicaciones, desafiándolos a probar dichas acusaciones.

“La prohibición de participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol, tanto a nivel nacional como internacional, es a todas luces desproporcionada y básicamente contradictoria con los propios fundamentos de la Justicia. Desde ya desafío a cualquiera que pruebe que he ofrecido o aceptado prebenda alguna, ni me he puesto a mí o a cualquier otra persona en conflicto de intereses. Esto incluye al Comité de Ética de la FIFA y al Departamento de Comunicaciones, cuyo comunicado de ayer es a todas luces mal intencionado y poco objetivo”, cerró