Los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano se miden este jueves en un nuevo debate a falta de sólo dos semanas para que comiencen las primarias, mientras crece la polémica entre Donald Trump e importantes dirigentes de la colectividad.

El enfrentamiento entre el magnate inmobiliario y sus rivales del ‘establishment’ a las primarias republicanas, volverá al podio el jueves a las 22:00 horas de Chile, cuando los siete mejor posicionados confluyan en el sexto debate de la campaña electoral en el estado de Carolina del Sur.

En una propaganda difundida este jueves, el candidato Jeb Bush, ex gobernador de Florida, expresó su consternación: “Donald Trump es un estúpido”, en referencia a las burlas que el empresario realizó contra un periodista discapacitado.

Los líderes del partido salieron esta semana de su pretendida neutralidad al seleccionar a la joven y carismática gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley de 43 años, para pronunciar la respuesta oficial republicana a la locución anual ante el Congreso del presidente Barack Obama.

Haley en su discurso realizó críticas indirectas hacia la candidatura de Trump, aunque no lo nombró derechamente. “Durante épocas de nerviosismo, puede ser tentador seguir los cantos de sirena de las voces más rabiosas. Debemos resistir esa tentación”, dijo Haley, una hija de inmigrantes indios y una rareza en la dirigencia republicana de hombres blancos.

Para disipar cualquier duda, el miércoles Haley confirmó que se refería al millonario de 69 años. “Trump definitivamente ha contribuido a generar lo que considero es un discurso irresponsable”, dijo al canal NBC.

Trump buscó eludir las críticas y convirtió la reprimenda de Haley en algo positivo.

“En lo que a mí concierne, la rabia está bien. La rabia es energía, es lo que necesita este país”, dijo Trump a la cadena CNN al reaccionar a las declaraciones de Haley. “Ella me gusta, es una mujer muy agradable, pero ha sido muy débil en el tema de la inmigración ilegal”, afirmó.

Paradójicamente, la dirigencia republicana está disparando contra el candidato que domina desde hace seis meses la contienda con un 35% de las intenciones de voto aglutinadas al momento, por lo que Trump podría obtener la investidura cuando el partido realice su convención de mediados de año.

A pesar del rechazo a la forma de expresarse de Trump, el partido Republicano no está muy lejos de su pensamiento, como el rechazo a los refugiados sirios o la expulsión de los millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. De ese modo, el principal miedo es que el empresario inmobiliario no pueda ser competitivo ante Hillary Clinton o cualquier candidato demócrata.