La aparente “obsesión” del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán con la afamada actriz mexicano-estadounidense Kate del Castillo y su deseo de volver a verla ayudaron a su recaptura, dijo este martes una fuente del gobierno azteca.

Del Castillo, famosa actriz de telenovelas de 43 años que había alabado al capo en una carta abierta en 2012, fue la gestora de la controvertida reunión de Guzmán con el actor estadounidense Sean Penn en octubre pasado, tres meses antes de la nueva detención del fugitivo narcotraficante.

Después de ese encuentro, del que las autoridades tuvieron conocimiento, los soldados cercaron a “El Chapo” en sus escondites en la sierra de su natal Sinaloa (noroeste) y Durango “con el propósito de escupirlo hacia la ciudad”, explicó la fuente del gobierno a periodistas bajo condición de anonimato.

El poderoso líder del cartel de Sinaloa, que se fugó por segunda vez de una prisión de máxima seguridad en julio a través de un túnel cavado debajo de su celda, se movió la semana pasada hacia la ciudad costera de Los Mochis en Sinaloa, donde fue capturado en un violento operativo militar.

El otro factor que movió a Guzmán a Los Mochis es que estaba “realmente interesadísimo en reunirse nuevamente con la actriz”, manifestó el alto funcionario.

Nunca hubo segundo encuentro

Al ver que “trae este interés pues casi obsesivo, pues se convierte en otro aliciente para bajarlo a la ciudad que era donde él quería encontrarse con ella”, explicó la fuente, remarcando que ese segundo encuentro nunca se dio.

“Él traía una especie de obsesión (…) era muy útil saber el enorme interés que Guzmán tenía por tener contactos frecuentes e íntimos con la actriz”, añadió la fuente precisando que con “íntimos” se refería a encuentros “en términos de cercanía”.

Otro funcionario dijo que “El Chapo”, de 58 años, usaba el apodo “hermosa” cuando se refería a la actriz, que se hizo famosa por interpretar a una poderosa narcotraficante en la serie televisiva “La Reina del Sur”.

De hecho, las autoridades encontraron DVD’s de esa serie en la casa de Los Mochis que sirvió de último refugio de “El Chapo”, de donde escapó por los túneles de drenaje y luego fue capturado tratando de huir con un vehículo robado.

En un artículo publicado en la revista Rolling Stone, Penn dijo que del Castillo había estado en contacto con Guzmán mediante mensajes y cartas para aparentemente hablar de la producción de una película autobiográfica del narco y que ella fue quien gestionó su sonado encuentro.