Cuatro personas murieron y otras diez resultaron heridas este domingo por un disparo de misil contra una clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen, un país devastado por la guerra, informó una portavoz de la organización.

El misil alcanzó el centro ubicado en Razeh, en la provincia de Saada (norte), declaró a la AFP la encargada de comunicación de la oenegé en Yemen, Malak Shaher, sin precisar si fue lanzado desde un avión.

La zona afectada se encuentra bajo control de los rebeldes chiitas hutíes, en guerra contra las fuerzas gubernamentales respaldadas por una coalición árabe liderada por Arabia Saudita.

Entre los heridos figuran empleados de MSF que están en “estado crítico”, añadió la organización
.

La Unión Europea condenó este ataque “inaceptable” y recordó que “la ley internacional humanitaria prohíbe atacar centros humanitarios y civiles”.

En diciembre, MSF acusó a la coalición árabe de haber bombardeado una de sus clínicas móviles en Taez (suroeste), dejando nueve heridos, dos de ellos empleados de la ONG. La coalición árabe se había comprometido a investigarlo.

Por otro lado, un coronel de los servicios de inteligencia, Alí Saleh al Najibi, fue abatido por desconocidos que se dieron a la fuga en Adén, la gran ciudad del sur reconquistada por las fuerzas gubernamentales, informó una fuente de seguridad.

En el ámbito político, el emisario de la ONU para Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed, llegó a Saná para intentar convencer a los rebeldes y a sus aliados (los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh) de que retomen las negociaciones de paz con el gobierno, constató la AFP.

La guerra ha afectado directamente al 80% de la población de este país pobre de la península arábica y ha causado casi 6.000 muertos desde marzo pasado.

También favoreció el desarrollo de los grupos yihadistas, como la organización Estado Islámico (EI), que actúan casi a cara descubierta en el sur del país, donde multiplican los atentados.