Los tres sicarios que huyeron hace 13 días de una cárcel de máxima seguridad de Argentina fueron capturados con vida este sábado en una frenética cacería humana para poner fin a un caso que tuvo en vilo al gobierno del presidente Mauricio Macri y salpica a políticos y policías.

Los hermanos Martín y Cristian Lanatta (41 y 31 años) y Víctor Schillaci (33) fueron capturados en la provincia de Santa Fe (centro este), según fuentes comunales.

“Logramos el objetivo en la lucha contra el narcotráfico y el presidente (Macri) está orgulloso. Vamos a Santa Fe”, dijo a la prensa la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, antes de partir hacia Cayastá, lugar de las detenciones, 550 km al noroeste de la capital argentina.

“Lo importante es que pudimos encontrarlos a todos”, dijo al canal TN la vicejefa comunal de Cayastá, Verónica Devia.

Martín Lanatta fue el primer capturado, tras ser descubierto en un campo de Cayastá tras el volcamiento de la camioneta donde presuntamente huía con sus cómplices, que lo habrían abandonado en el lugar tras el accidente.

La camioneta tenía inscripciones, presuntamente falsas, que la identificaban como perteneciente a Gendarmería Nacional.

Su hermano cayó horas después tras tirotearse en un arrozal vecino y Schillaci fue atrapado en los alrededores en circunstancias que no fueron develadas.

Los tres están con vida y en condiciones de declarar, uno de los principales objetivos de las autoridades.

Se habían fugado el 27 de diciembre del penal de máxima seguridad de General Alvear, 240 km al oeste de Buenos Aires, donde cumplían condenas a prisión perpetua por un conmocionante triple crimen en 2008 vinculado con el tráfico de efedrina a México.

Su huida había salpicado a políticos y al servicio penitenciario.

También había puesto bajo la lupa la capacidad del novel gobierno de Macri de lidiar con las fuerzas de seguridad, muchas veces sospechadas de complicidad con el narcotráfico.

Según las versiones conocidas hasta el momento la captura fue obra de la policía provincial de Santa Fe, una de las más cuestionadas en un distrito donde los ajustes de cuentas entre narcotraficantes son moneda corriente.

Ribetes políticos

En agosto pasado, desde la prisión, Martín Lanatta había formulado denuncias por televisión que involucraron a Aníbal Fernández, entonces jefe de gabinete de la ex presidenta Cristina Fernández (2007/2015).

Esa denuncia influyó en la derrota electoral de Fernández en la provincia de Buenos Aires, donde ganó la gobernación María Eugenia Vidal, de la alianza de derecha liberal que consagró a Mauricio Macri a la presidencia.

“Con vida tenía que ser. Mis felicitaciones a la policía. Ahora tienen que dar explicaciones por los delitos, la fuga, los ataques que provocaron”, dijo al canal C5N Aníbal Fernández, quien aseguró que la fuga “fue un plan orquestado” y pidió “que los custodien”.

El ex funcionario consideró “probable que este caso se lo hayan tirado por la cabeza a la gobernadora Vidal”, del partido de Macri, primera mujer al frente de ese distrito tradicionalmente peronista que concentra la tercera parte de la población del país.

Con ayuda local

Según relató Mariela, una testigo de la redada, al canal TN, Lanatta estaba “golpeado y todo embarrado pero lúcido y fue llevado esposado” por las fuerzas de seguridad.

Su detención fue posible merced al rastrillaje a caballo, por tratarse de una zona de bañados de difícil acceso en una zona afectada por inundaciones por las lluvias de los últimos días.

“Ellos me pidieron colaboración y presté mis caballos, es una zona difícil de andar, había que ayudar entre todos”, dijo a la televisión Juan Carlos Zanini, un baqueano que prestó sus animales para la búsqueda.

Dos tiroteos con al menos dos gendarmes heridos en Santa Fe pusieron en alerta el jueves a las autoridades cuando versiones no confirmadas indicaban que incluso podrían haber huido hacia Paraguay en un sinfín de pistas.

Los tiroteos se produjeron en sendas rutas en una zona rural del centro de la provincia de Santa Fe, y dejaron al menos dos gendarmes heridos.

En su huida a bordo de una camioneta, los tres hombres se habían tiroteado e hirieron de gravedad a dos policías en un control de ruta en la localidad de Ranchos, a 120 km al sur de la capital, según la versión oficial.

El fiscal del caso, Jorge Di Lello, advirtió días atrás que los delincuentes contaban con “una conexión narco o criminal que los está sosteniendo” al señalar una “capacidad operativa que supera una fuga común”.