Dos transfusiones de sangre a la semana mantienen con vida a la pequeña Evelyn Gaete Silva, de 8 años, quien solo espera a su corta edad someterse por fin a un trasplante de médula que le permita retomar la vida normal que llevaba hasta enero de 2015.

Evelyn es de Punta Arenas y sufre de aplasia medular. Es decir, su médula no produce la cantidad suficiente de células sanguíneas para que desarrolle una vida normal. No es una hipérbole decir que las transfusiones son las que la permiten estar con sus padres, Alejandro y Denisse.

Los moretones que aparecieron en las piernas de Evelyn en primera instancia no alertaron de mayor manera a sus papás a fines de enero del año pasado, ya que la niña recién aprendía a andar en bicicleta. De hecho, los hematomas son el adorno “predilecto” de quienes intentan lograr la autonomía en este vehículo.

Sin embargo, los mismos moretones no desaparecieron e incluso cambiaron de color, y la preocupación obligó a consultar un médico en la capital de Magallanes, donde les dieron el primer diagnóstico de aplasia.

El único lugar cercano en donde se podían aplicar los dos primeros tratamientos para la aplasia medular era Valdivia, donde pasaron varios meses a la espera que la medicación surtiera efecto, lo que finalmente no ocurrió.

“La aplasia es un desgaste de médula. O sea, uno no fabrica sangre. Semanalmente Evelyn se transfunde para seguir viviendo, porque los dos tratamientos que hay tras la enfermedad no funcionaron”, explicó Denisse Silva a BioBioChile.

La niña no puede desarrollar las actividades que realizan los menores de su edad. Debe mantenerse en reposo para que el efecto de las transfusiones sea más prolongado. De lo contrario, estos no serían de mayor utilidad para ella.

“Ha sido súper difícil porque la vida te cambia en un segundo“, admite Denisse, aunque continúa esmerándose en que su pequeña no se aburra: las películas, los juegos y el pintado de mandalas son parte de las numerosas actividades con las cuales logra que el ánimo de Evelyn no decaiga.

El objetivo de Alejandro, Denisse y, por supuesto, Evelyn, es recaudar 100 millones de pesos, necesarios para poder efectuar el trasplante. El dinero busca cubrir el gasto que implica importar a Chile la médula desde Alemania (donde se encontró un donante), junto con la realización del procedimiento en la Región Metropolitana.

Para esto sus familiares, vecinos y amigos en Punta Arenas han llevado a cabo una intensa campaña que cuenta con un fanpage en Facebook, intentando alcanzar la meta para que el tan anhelado trasplante se materialice.

El desafío es grande: muy lejos de Santiago la atención a este tipo de casos se diluye. Además el tiempo juega en contra, ya que el desgaste de cada transfusión y el peligro de un eventual rechazo a este procedimiento por parte del cuerpo de Evelyn aumentan cada semana.

Si deseas colaborar, puedes hacerlo a través de la cuenta vista de la madre de Evelyn, Denisse Silva: 74947800 del Banco BCI.