Aunque es cómoda, puede llegar a ser perjudicial para el organismo. Hablamos de la posición conocida como “W-sit” o “sentarse en W“, que es básicamente cuando los niños (y algunos adultos) se sientan con las rodillas flectadas hacia atrás, poniendo las piernas a un costado de sus caderas, formando una “W”.

activebabiessmartkids.com.au

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El fisioterapeuta estadounidense Jean McNamara, señala en el portal especializado Pediatric Services, que esta posición no es recomendable para cualquier persona. “Muchos niños con desarrollo típico adoptan esta posición durante el juego, pero todos los padres deben ser conscientes de que el uso excesivo de esta posición durante los años de crecimiento puede conducir a futuros problemas ortopédicos“, comentó.

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El profesional indicó que los niños ni siquiera se dan cuenta cuando adoptan esta postura. “Ellos no quieren preocuparse de mantener su equilibrio cuando se están concentrando en un juguete”, indicó, añadiendo que los niños que frecuentemente se sientan en “W” lo hacen porque esta posición les permite ver sus juguetes en frente sin que las piernas “interrumpan” adelante.

“Esto permite jugar con los juguetes en frente, pero no permite la rotación del tronco”, dice el especialista.

Marta Pérez Seco, fisioterapeuta del centro de atención integral infantil y de la mujer de España, Fisio MiniMi, señala que en esta postura, las “caderas están rotadas hacia dentro, apoyando toda la parte interna, incluidas las rodillas, mientras que los tobillos permanecen en rotación externa. Si mirases justo por encima, verías una especie de W formada por sus piernas y las nalgas. Se trata de una forma de aumentar la base de apoyo y bajar el centro de gravedad, por lo que les da mayor estabilidad para estar jugando”.

Sin embargo, ella aclara que esta posición tiene varios problemas:

1. La rotación de la cadera: “Al mantener esta posición, la parte interna de las piernas recibe una presión excesiva. Además, acorta los músculos estabilizadores de la pelvis y la cadera, fomentando como consecuencia las contracturas a este nivel y la alteración de la marcha”, dice la especialista.

2. La rotación de las rodillas y los tobillos: “Esta presión excesiva supone también contracturas en los músculos de dichas articulaciones. Esto puede conllevar dolor más adelante, incluido dolor lumbar. Además, hay estudios que sugieren que la postura en W en niños preescolares puede aumentar la predisposición a tener pie plano”, señala.

3. Pobre desarrollo de la musculatura “central” o core: La profesional explica que “la musculatura abdominal y de la espalda es fundamental para una buena postura y un buen desarrollo del movimiento. En cambio, realizará compensaciones con otros grupos musculares que no deberían realizar otras funciones”.

4. Afecta al desarrollo motor: “Al limitar las rotaciones de tronco y las transferencias de carga de un lado al otro, dificulta el alcance, así como la aparición de reacciones de enderezamiento y equilibrio, y el paso de la línea media de las extremidades superiores”, comenta la terapeuta.

www.absbehavioralservices.com

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McNamara agrega que esta posición es especialmente contraindicada para los niños con problemas ortopédicos, aunque sean leves. “Puede predisponer a un niño a la dislocación de la cadera, así que si hay una historia de la displasia de cadera, o una preocupación se ha planteado en el pasado, esta posición debe ser evitada”, indica.

“Si hay tensión muscular, el sentarse en W puede agravarla. Esta posición coloca los isquiotibiales, aductores de la cadera, rotadores internos y los tendones del talón en un rango extremadamente corto. Si un niño es propenso a la tensión o contracturas, anímalo a que se siente de otra forma”, dice él.

¿Qué hacer si ves que tu hijo se sienta en “W”?

Trata de que se siente en varias posiciones. Observa cómo llegó allí, se salió, y lo que necesitaba para equilibrarse.

“La manera más eficaz (y más fácil) para evitar un problema con W-sit es evitar que se convierta en un hábito en primer lugar. Anticipar y atrapar al niño antes de que sea una costumbre. Los niños deben ser colocados y enseñados a asumir posiciones alternativas”, dice McNamara. Corrige su postura cuando esté sentado de esa forma. y muéstrale otras más cómodas.

Travis Swan (CC) Flickr

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Pérez coincide en que debemos ofrecer una alternativa: “puede sentarse de lado, con las piernas cruzadas (preztel sitting o sentarse “como un indio”), con las piernas estiradas hacia delante, en un piso… Siempre alternando las posturas, y levantándose a caminar un rato entre cada una, ya que permanecer siempre en la misma posición tampoco es recomendable”, dice ella.

“La postura en W no es buena en ningún caso. Si el niño adopta siempre esta posición y no está cómodo en ninguna otra, puede significar que tenga algún problema musculoesquelético, o ‘simplemente’ que no tiene un buen desarrollo de la musculatura central. Por esta razón, es aún más importante poner medios ante esta postura”, añade la fisioterapeuta.

También se puede reforzar las buenas posiciones, felicitando a los niños cuando estén sentados de una manera correcta. Y si están en W-sit, hay que ayudarlos a adoptar una postura más saludable.