Uno de los principales diplomáticos norcoreanos, considerado como próximo al dirigente Kim Jong-Un, falleció en un accidente de tráfico, anunció este miércoles la agencia oficial KCNA, deceso que podría afectar a los esfuerzos de reconciliación con Corea del Sur.

“El camarada Kim Yang-Gon, un secretario del Partido de los Trabajadores y miembro del buró político del Comité Central del partido (…), murió en un accidente de circulación a la edad de 73 años”, indicó KCNA, sin precisar las circunstancias del accidente.

Kim Yang-Gon, diplomático de carrera, trabajó para las tres generaciones de la “dinastía de los Kim”, que gobiernan con mano de hierro Corea del Norte desde hace seis décadas.

En su información, KCNA presenta al difunto como “el camarada más querido y más digno de confianza” de Kim Jong-Un, quien presidirá el jueves los funerales de Estado.

La agencia califica además este deceso de “gran pérdida” para el partido y el pueblo norcoreanos, alabando a su vez la “admirable lealtad y la competencia” de Kim Yang-Gon.

Este último desempeñó un papel clave en la celebración de una cumbre en 2007 entre el entonces líder de Corea del Norte, Kim Jong-Il, y el presidente surcoreano de la época, Roh Moo-Hyun.

“Nadie que pueda reemplazarlo”

Tras el fallecimiento repentino de Kim Jong-Il en 2011, Kim Yang-Gon se convirtió en un consejero próximo al nuevo líder, a quien aconsejaba sobre las relaciones intercoreanas e internacionales en general.

En agosto, fue uno de los dos delegados norcoreanos en las negociaciones con el Sur que permitieron frenar una peligrosa escalada entre ambos países.

Estas discusiones se cerraron con un acuerdo el 25 de agosto, en virtud del cual Pyongyang y Seúl se comprometían a promover intercambios, especialmente en materia civil.

El acuerdo permitió nuevas reuniones de familias coreanas separadas desde la Guerra de Corea (1950-1953), si bien las negociaciones posteriores terminaron sin resultados tangibles en numerosos puntos de desacuerdo entre el Norte y el Sur.

En este contexto, el deceso de Kim podría perjudicar los esfuerzos de promoción del diálogo entre ambas Coreas.

“Tendrá un impacto negativo en las relaciones intercoreanas“, estima Yang Moo-Jin, profesor en la universidad de estudios norcoreanos de Seúl.

“Teniendo en cuenta la naturaleza del régimen, no veo a nadie que pueda reemplazarlo en lo que respecta a atreverse a someter ideas políticas y consejos al líder en estos ámbitos”, añade.

Kim Yang-Gon contaba además con una imagen de “moderado”, según Kim Yong-Kyun, profesor en la universidad Dongguk de Seúl. “Su deceso no ayudará a mantener la actual dinámica de diálogo”, confiesa.

Accidentes de tráfico recurrentes

El anuncio de su muerte generó en Corea del Sur interrogantes sobre una nueva maniobra del régimen norcoreano, máxime cuando otros dirigentes del Norte han perecido en accidentes de tráfico.

El diplomático Kim Yong-Sun, que había contribuido a la organización de la cumbre histórica de 2000 entre el presidente surcoreano Kim Dae-Jung y Kim Jong-Il, también perdió la vida en un accidente de carretera en 2003.

Ri Je-Gang, otro alto responsable, también corrió la misma suerte en 2010, cuando se decía que estaba sumido en una lucha de poder con Jang Song-Thaek, tío del dirigente norcoreano Kim Jong-Un.

El propio Jang, que sobrevivió a un accidente de tráfico en 2006, murió en diciembre de 2013 ejecutado por traición.

La agencia surcoreana Yonhap estima también que una explicación de la muerte recurrente de dirigentes norcoreanos en accidentes podría ser su comportamiento y su propensión a tomar el volante al término de fiestas privadas con mucho alcohol.