Ayer martes, un grupo de pescadores encontraron muerta una ballena adulta en las costas del balneario de Tongoy, región de Coquimbo.

Según constataron los pescadores, estaba enredada en las líneas de cultivo de ostión, a la altura del humedal Pachingo.

Los hombres de mar dieron aviso a la Capitanía de Puerto local, quienes tomaron contacto con Sernapesca y concurrieron con la lancha LSG Coquimbo.

Se trabajo para determinar las causas del deceso del cetáceo, que se presume fue llevado hasta el borde costero del balneario coquimbano a causa de las fuertes corrientes marinas y ante su débil estado.

El encargado del Departamento de Gestión Ambiental de Sernapesca en la región de Coquimbo, Gerardo Cerda, inspeccionó a la ballena y descartó acciones de terceros en su fallecimiento, el cual, se presume ocurrió días atrás y mar adentro, según relataron pescadores que la habrían divisado días atrás.

“El ejemplar mide unos 17 metros y amaneció enredado en las líneas de cultivo en la bahía de Tongoy. Este habría estado flotando muerto días anteriores al hallazgo, por lo cual las corrientes lo arrastraron a la costa. Las causas de muerte no se pueden definir con certeza, solo presentaba daños ocasionados por las cuerdas en las cuales quedó atrapada, pero de su hinchazón se puede inferir que murió hace tiempo atrás”, precisó el encargado de Gestión Ambiental de Sernapesca en la región de Coquimbo.

El profesional además descartó que este hecho tenga relación con la ballena varada hace unos días en las costas de la ciudad de Iquique, al precisar que los ejemplares son diferentes.

“La ballena es de tipo Sei ,y la otra hallada en el norte es la llamada ballena Azul” finalizó.

Remolque mar adentro

Posterior a la inspección realizada a la ballena SEI, efectivos de la Armada, junto a los pescadores y Sernapesca, comenzaron su retiro desde las líneas de cultivos de ostión.

Para esto se requirió de buzos tácticos para las maniobras, quienes permitieron finalmente remolcarla mar adentro utilizando lanchas.

Marcelo González, capitán de Puerto de Tongoy, consignó que “pedimos apoyo a la Gobernación Marítima y activamos los protocolos de acción, ayudados por los propios pescadores y el personal de Sernapesca. Nos apoyamos con buzos de la Armada y posteriormente la lancha LSG trasladó al ejemplar a unas 10 millas de distancia, para que no presente un riesgo al poder varar nuevamente en el borde costero”.

La autoridad marítima valoró la disposición del gremio pesquero a colaborar en el retiro del mamífero marino, y agregó que “hubo una total cooperación para realizar una maniobra compleja, que finamente se resolvió de buena manera. Agradecemos la disposición de los gremios de pescadores y cultivadores de ostión, que participaron activamente”, concluyó González.