El líder del poderoso grupo rebelde sirio Jaish al-Islam, Zahran Allush, murió este viernes en un bombardeo al este de Damasco, indicaron fuentes coincidentes.

Tras una información inicial de la televisión oficial siria, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó, citando a “altos responsables” de esta formación rebelde apoyada por Arabia Saudita, que Allush y otros cinco comandantes habían “muerto en ataques aéreos” en la región de Ghuta oriental.

El dirigente de la Coalición Nacional Siria (CNS), la primera fuerza de coalición en el exilio, corroboró en Twitter la muerte del líder rebelde, de 44 años, en un mensaje de condolencias.

Se trata de “una de las pérdidas más significativas” para la oposición siria, aseguró el analista Charles Lister en la misma red de microblogging.

Jaish al-Islam es la facción rebelde más importante en la región de Ghuta oriental, bastión de la oposición. El grupo rebelde tiene representación en las conversaciones de la oposición que se desarrollan en Arabia Saudita y era conocido por su posición extremista y de apoyo al Estado Islámico (EI), antes de evolucionar hacia una postura más moderada.

El gobierno de Bashar al Asad lo califica frecuentemente de grupo “terrorista”.

La muerte de Allush se produjo después de que el ejército sirio, que desde el 30 de septiembre cuentan con el apoyo de los bombardeos rusos, anunciara una gran ofensiva para retomar el control de esta región rebelde.