La urticaria se caracteriza por la aparición de ronchas rojas, inflamadas y que pican o arden. Pueden aparecer de manera independiente o unirse varias y formar placas. Si la urticaria dura hasta seis semanas, se clasifica como aguda y puede ser causada por infecciones, alergia o intolerancia a medicamentos y alimentos, así como también por contacto con látex, entre otros.

Si se extiende por más de seis semanas, se trata de urticaria crónica, la que puede ser provocada, además de lo mencionado, por mecanismos autoinmunes o por estímulos físicos (frío, presión mecánica sobre la piel, ejercicio, entre otros). En la mayoría de los casos, no se encuentran causa y se llama urticaria crónica espontánea. La doctora Patricia Roessler, jefa de la Unidad de Inmunología y Alergias de Clínica Alemana, explica que para tratar la urticaria crónica, es indispensable intentar pesquisar el factor desencadenante o exacerbante de la patología, de modo de poder evitarlo.

Cuando no es suficiente, se pueden usar medicamentos biológicos. Que son un tipo de medicamentos sistemáticos, creados mediante técnicas de biología molecular las cuales se asemejan a proteínas humanas, específicamente las inmunoglobulinas o anticuerpos, estos medicamentos actúan bloqueando diferentes moléculas que intervienen en la inflamación.

Los fármacos biológicos son medicamentos bien tolerados y tienen más de 10 años de experiencia, pero pueden tener efectos secundarios por que al tener un efecto inmunosupresor, hay riesgos de padecer efectos derivados de las defensas bajas, por esto es que se está controlando el potencial desarrollo de estos.

Últimamente, está disponible un nuevo tratamiento biológico para personas que padecen Urticaria Crónica Espontanea que no responden a anti-histamínicos, esto consiste en un anticuerpo monoclonal humanizado, el cual bloquea la inmunoglobulina E que está

circulando en la sangre. Su resultado es muy efectivo y rápido en la mayoría de los pacientes.