Universidad Católica finalizó el año futbolístico el pasado fin de semana cuando vencieron a Palestino por la final de la postemporada. Tras las celebraciones por conseguir el pase a un torneo internacional, lo que viene ahora es preparar la pretemporada para el Clausura. Por lo mismo, la directiva del conjunto cruzado confirmó la desvinculación de cuatro de sus jugadores.

A la conocida partida de Michael Ríos a Deportes Iquique y el arribo de Walter Ibáñez a Alianza de Lima, la institución estudiantil dio a conocer a través de su web oficial la salida de dos defensores: el nacional Marko Biskupovic y el uruguayo Pablo Álvarez, quien se se habría automarginado en duelo con Palestino, por lo que su partida parecía inminente. Sin embargo, el “Comandante” descartó tener ese problema con el lateral, al señalar que su no inclusión ante los árabes “fue por decisión mía, por algo técnico, me saco el sombrero por Pablo”, indicó.

Además, informaron que Mario Salas no tendrá en sus planes a otros dos futbolistas, a quienes no se les cesó de sus funciones, pero que deberán buscar un nuevo club.

Se tratan de Alfonso Parot, quien ya estaba consciente de su realidad al declarar que: “Yo quiero jugar y para eso debo partir a alguna parte a probar suerte”, y de José Luis Muñoz, que apenas fue considerado por el exentrenador de la sub-20 de Chile en el pasado torneo, por lo que suena como refuerzo en Everton.

Por último, el otro que no seguiría sería Tomás Costa, que se vio relegado al banco de suplentes, ya que su rendimiento no ha sido como el del Apertura 2011, por lo que buscaría emigrar a otro equipo.

Ahora, tras ratificar a los “cortados”, la dirigencia de la UC piensa en los refuerzos que deben contratar para el primer semestre del 2016. Un delantero centro sería una de las prioridades debido a la lesión de Roberto Gutiérrez.