En un debate ético, así como de cumplimiento de compromisos y necesidades urgentes, se ha tornado la mediática renuncia de médicos en los servicios de urgencia en los hospitales más significativos de la región de Coquimbo. Centros de salud que además acogen un número importante de usuarios cada hora y con requerimientos que obligan a una red asistencial coordinada y con la dotación de profesionales acordes a la urgencia.

En ese contexto, una de las principales demandas de los médicos de urgencia era contar con un profesional de apoyo principalmente en cirugías y que por tanto, se optimizara la calidad de atención en cada una de las imperantes necesidades que atiende este servicio.

Asimismo, se presentaban carencias en materia de incentivos no económicos para estimular a los médicos a trabajar en los servicios de urgencia, específicamente académicos y de especialización. También en cuanto a la implementación de alcoholemias en los SAPUs, lo que si bien es un procedimiento que se efectúa conjuntamente con el Servicio Médico Legal, era una de las peticiones no concretadas y que generó incluso un problema legal a uno de los galenos, principalmente por no contar con tiempo para efectuar el procedimiento, debido a la sobrecarga asistencial propia de estar como único médico de adultos en la urgencia.

Catalina Valenzuela es médico cirujano del servicio de urgencias del Hospital de La Serena y ha sido una de las líderes en materia de generar una concreción de los 16 puntos de acuerdo para mejorar condiciones de este servicio comprometido con el director del Servicio de Salud Coquimbo, Ernesto Jorquera, quien aduce que se está avanzando en los puntos acordados sin desmerecer las tareas pendientes para llevarlos completamente a efecto.

En ese escenario, Valenzuela ha sido enfática en manifestar la necesidad de un médico de apoyo, ya que ha vivido in situ la falta de apoyo profesional, así como otras necesidades que son tan urgentes como esta área de salud pública.

“La seguidilla de renuncias que han ido ocurriendo silenciosamente desde hace unos años y el hecho de que esos cargos persistan vacíos, es un claro ejemplo de cómo estamos sólo presenciando la etapa terminal de una enfermedad crónica de nuestras urgencias”, precisó.

“Las renuncias actuales se deben a la falta de concretar los acuerdos previamente establecidos con la Dirección de Salud, a no cumplir con lo que venimos pidiendo desde hace años para poder entregar la mínima calidad de atención que merecen los usuarios que llegan a este servicio. Si bien las renuncias ya están entregadas, aún no están aceptadas y mientras no las acepten, vamos a seguir trabajando”, explicó Valenzuela.

La profesional agregó que “la Dirección tiene el poder de retener nuestras renuncias hasta por máximo 30 días, dado que no cuenta con médicos suficientes, menos aun con especialistas suficientes para reemplazar a los ahora renunciados, y por ello, aceptar las renuncias sin tener con quién cubrir esos cargos pondría en riesgo la salud de los usuarios“.

Aseguró que la dirección no cumplió con ningún punto del acuerdo dentro de los plazos que se autoimpuso. Sin embargo, reconoció que se han registrado avances en la dirección concreta, pero “nada perceptible en el día a día, sólo más promesas y plazos, sólo algunas de ellas por escrito. Tenemos la esperanza de que durante este mes puedan existir avances concretos, o al menos, promesas creíbles y por escrito firmadas por los responsables de que ellas se cumplan. Según esos avances, cada colega evaluará si mantendrá la renuncia o confiará en que quizás esta vez las promesas si se cumplirán.”

Asimismo, la médico cirujano detalló que en La Serena fueron pocas las renuncias, ya que para poder renunciar primero hay que estar contratados. “Actualmente hay sólo 14 médicos contratados, los otros 10 cargos están vacíos. El día de hoy hay 5 renuncias presentadas, de esos 14 médicos que quedaban. Lo más importante es que corresponden a los únicos cirujanos de urgencias del hospital. En todo caso, ayer no hubo anestesista en 24 horas, hoy no hubo cirujano en 24 horas. Y eso no tiene nada que ver con las renuncias. Es sólo el día a día de nuestra urgencia. Los usuarios lo tienen más que claro, lo viven a diario” enfatiza la profesional.

Servicio de Salud Coquimbo

El director del Servicio de Salud Coquimbo, Ernesto Jorquera, señaló que ha sostenido diversas gestiones con los distintos centros hospitalarios, efectuando a su vez una autocrítica que define como “falta de comunicación” entre los médicos y las intenciones de este servicio, ya que los petitorios solicitados no dependen en su totalidad de su competencia y en ese contexto, es algo que lo inhabilita de cumplirlo en su totalidad.

Se habría definido que el hospital de Coquimbo no presentaría sus renuncias, en el Hospital de la Serena si habría dos médicos para renunciar y en Ovalle era el escenario más crítico, con 13 médicos que efectuarían su renuncia. En ese contexto y posterior a las distintas conversaciones efectuadas sólo nos quedarían dos casos de las renuncias efectuadas con anterioridad del total de 60 médicos que estarían trabajando en la línea de las urgencias”, señaló la autoridad de salud.

También Jorquera señaló que en el caso del hospital de Ovalle, luego de un proceso largo de gestiones directas con los profesionales, ellos manifestaron que no van a efectuar sus renuncias ahora y las mantendrán hasta que se solucionen dos puntos específicos dentro del petitorio, determinando el plazo de alrededor de un mes para resolverla por parte de la Dirección del Servicio de Salud Coquimbo.

“Yo entiendo que hasta el minuto habría una persona que positivamente manifestó que iba a renunciar al servicio de urgencias y con el otro caso aún no se sostiene la conversación final y por tanto no lo contamos como una renuncia efectiva. Representando a la dirección del servicio puedo señalar que nosotros más allá de estos casos no tenemos más renuncias efectivas”, enfatizó Jorquera, señalando también que se han mantenido periódicas reuniones tanto con los médicos así como con el gremio de los profesionales.

Respecto a la falta de concreción los acuerdos comprometidos con anterioridad y formalizado en un documento firmado en septiembre por distintas autoridades, incluyendo a esta Dirección del Servicio de Salud Coquimbo, Jorquera enfatiza que hay otras instituciones que influyen en la demora del proceso, asumiendo una falta de comunicación para informar sobre los avances de las gestiones en cada una de las medidas acordadas.

Una de estas medidas urgentes era el caso de las alcoholemias, las que según la autoridad no corresponde completamente la responsabilidad al Servicio de Salud, ya que la red asistencial presta servicios a otra instancia liderada por el Instituto Médico Legal, considerando que ese examen de sangre no tiene un fin clínico sino una finalidad legal siendo esta institución la encargada de operativizar este procedimiento.

En relación a esta problemática,Miguel Angel Alvarado, diputado de la República y médico, indicó que “hemos estado tratando de recabar antecedentes y en conversaciones con los colegas. Si bien han existido dificultades, de a poco se ha ido cediendo en generar nuevos acuerdos para concretar algunos puntos que faltan ya que sería una gran pérdida si las renuncias iniciales se concretaran”.

Las necesidades en los servicios de urgencias de los hospitales principales de la región continúan con carencias que afectan directamente a los usuarios, las que esperan resolverse en un corto plazo por parte de la autoridad que lidera el Servicio de Salud Coquimbo.