Durante la declaración que prestó ayer al Ministerio Público, el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, acusó al ex ministro del Interior de haber diseñado, junto al grupo de G-90, una operación política con el caso Caval para bajarle el perfil al caso SQM. Además justificó el borrado de la información de su computador “por temor a que fuese manipulado” producto de la mala relación que tenía con el entonces secretario de Estado.

Por tercera vez declaró ayer ante el fiscal jefe de O’Higgins, Luis Toledo, el ex director sociocultural de La Moneda, Sebastián Dávalos, imputado en el caso Caval, donde se investigan presuntas irregularidades en el proceso de compra y posterior venta de tres terrenos por parte de la firma controlada en un 50% por su esposa, Natalia Compagnon, que derivaron en una indagatoria por tráfico de influencias, cohecho, entre otros ilícitos.

Esta tercera declaración judicial se extendió por casi 3 horas, y tuvo como finalidad aclarar frente a los persecutores el motivo por el que pidió el borrado de la información que tenía en el computador que utilizó durante su estadía en La Moneda.

Dávalos justificó el borrado de la información por temor a que fuese manipulado producto de la mala relación que tenía con el entonces ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, aseguró.

“Yo, al momento de dejar mi cargo decidí pedir a funcionarios de informática del Palacio de La Moneda que borraran mi perfil de usuario y password, porque no quise exponerme a que fuera manipulado, introduciendo información en el computador en el cual yo trabajaba, pues tenía temor fundado de que así podía ocurrir”.

La arremetida hacía el ex ministro y otrora hombre de confianza de su madre Michelle Bachelet no terminaron allí, y tal como se comentaba en Palacio una vez que estalló este escándalo, lo confirmó Dávalos durante su declaración frente al fiscal Toledo.

“Puedo dar razón de mis dichos en cuanto al temor o preocupación expuesta en el punto anterior. Al momento en que yo fui designado Director Sociocultural del Palacio de La Moneda, cuestión que no se le consultó a nadie, lo que generó una fuerte reacción adversa de parte del entonces Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo”.

Pero esta mala relación, se habría acelerado, según Dávalos, al asegurar que como director Sociocultural ordenó dejar sin efecto la destinación de cargos políticos ligados a la llamada G-90, los cuales habían sido nominados por el propio Rodrigo Peñailillo en distintos servicios, lo que subrayó el primogénito de la Presidenta, polarizó aún más el vínculo entre ambos.

“Todo esto vino a agravar aún más la conflictiva y distante relación que yo tenía con el ex ministro del Interior Peñailillo, dado que yo no seguía sus líneas políticas, introducir en cargos a personas idóneas y sus ansias de manejo de poder, que, según mi parecer, se orienta a llegar a ser presidente algún día.

Pero no se detuvo ahí, ya que la arremetida hacia Peñailillo fue total. En su declaración agrega que en enero de este año, se sabía fuertemente el rumor de que estallaría el escándalo del caso Soquimich, que acercaba la investigación por financiamiento irregular a las filas oficialistas involucrando al propio Peñailillo, por lo que según su declaración, esto motivó una operación política, en base a su situación personal y por cierto de su esposa Natalia Compagnon.

“…de este modo, siendo claro que la información de la adjudicación de los predios en Machalí por parte de Caval ya estaba en poder de personeros cercanas a ese colectivo político G90, me refiero al ex ministro Sergio Bitar, Guido Girardi, Fernando Ayala… la información del negocio de Caval fue conservada y utilizada por parte del G90 o un sector del PPD para utilizar este caso y su cobertura mediática para bajar el perfil al caso Soquimich, que los involucraba”.

Durante la exposición, Dávalos se detuvo en explicar cómo se enteró de la publicación del reportaje de la Revista Qué Pasa, que destapó el caso Caval, lo cual ocurrió cuando comenzaban sus vacaciones, con su mamá en el Lago Caburgua.

“Como en el sector donde está la cabaña en Caburgua hay una pésima señal de teléfono celular, yo recibía intermitentemente información desde Santiago de lo complejo de la situación, pero Peñailillo no enfrentaba el tema con la suficiente fuerza, por lo que estimo que él dejó que el tema se descontrolara.

En su tercera declaración, Sebastián Dávalos Bachelet asegura que fue él el que quiso renunciar. Cuando la decisión le fue comunicada a Peñailillo, este, que había llegado a su casa por orden de Bachelet, le pidió que lo anunciara en la puerta de la vivienda.

Dávalos se negó, y decidió trasladarse a La Moneda para preparar su salida, por lo que fue ese día viernes, que telefónicamente pidió a un funcionario informático que borrara sus datos. Reiteró que todo esto fue una operación política.

La Radio tomó contacto con los aludidos, los cuales declinaron por ahora hacer declaraciones.

El G-90 sigue estando en el ojo del huracán, y un ejemplo de ello es que aún La Moneda no ratifica públicamente si el director administrativo de la Presidencia, Cristian Riquelme, cargo que depende de Michelle Bachelet, seguirá en su puesto, producto de su relación con el caso Caval.

3ª Declaración de Sebastián Dávalos by BioBioChile