Los españoles empezaron este domingo a votar en las elecciones generales más inciertas de la historia de su joven democracia, tras el surgimiento de los partidos Ciudadanos y Podemos, que podrían dificultar un nuevo gobierno de los conservadores del saliente Partido Popular (PP).

La presencia de Podemos (izquierda radical) y Ciudadanos (liberal) augura la probable pérdida de la mayoría absoluta de la derecha y la necesidad de pactos para poder formar gobierno, tras la votación de este domingo a la que están llamados 36,5 millones de electores, incluidos los residentes en el extranjero.

Los colegios abrieron a las 09:00 horas locales y cerrarán a las 19:00. Más de 90.000 policías velarán por el buen desarrollo de la jornada electoral en este país que se encuentra en alerta antiterrorista 4, de cinco niveles.

“Ya hemos ganado”, aseguran a menudo los partidarios de Podemos y Ciudadanos, cuya irrupción ha terminado con el bipartidismo que regía en España desde 1982 entre socialistas (PSOE) y PP.

“El fin del bipartidismo PP-PSOE, materializado ya en ayuntamientos y autonomías, se cierne ahora sobre el legislativo”, afirma este domingo el diario El País, en referencia a los comicios locales de mayo, en que plataformas ciudadanas, que incluían a Podemos, se hicieron con ayuntamientos como Madrid o Barcelona.

Nueva y vieja política

Según los sondeos, el PP de Rajoy, que logró una gran mayoría en 2011 con 45% de los votos, tendrá algunos puntos de ventaja, pero sin superar el 30%.

Lejos por detrás del PP, el Partido Socialista (PSOE), que tiene dificultades para mantenerse sobre el 20%, no está seguro de conservar el segundo puesto, seguido de cerca por Podemos y Ciudadanos.

En un parlamento más fragmentado, la formación de un gobierno se augura ardua.

“La tradicional dialéctica izquierda-derecha ha dejado de ser la única motivación de los votantes. Podemos y Ciudadanos han dado lugar a un nuevo relato: vieja política frente a nueva política”, afirma el diario El Mundo.

Con la crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria, las dolorosas políticas de austeridad, una tasa de desempleo que se disparó (hasta el 27% a principios del 2013), y los escándalos de corrupción que alcanzaron incluso a la hermana del rey Felipe VI, los ciudadanos salieron a la calle a gritar “¡no nos representan!”, uno de los grandes lemas de los “indignados“.

Ante esta situación, Podemos y Ciudadanos irrumpieron con la bandera de la regeneración democrática, la transparencia y la honestidad, que guiarán sus exigencias a la hora negociar su eventual participación en gobiernos.

Aunque el desempleo se ha reducido, sigue afectando todavía a uno de cada cinco activos y los nuevos empleos son muy precarios. El crecimiento, que se ha reactivado, no llega todavía a todos y poco a los jóvenes, máxime cuando la mitad de la franja de edad de entre 16 y 24 años está sin trabajo.

Morado y naranja

El partido antiausteridad Podemos, dirigido por Pablo Iglesias, de 37 años, supo canalizar la indignación de los cientos de miles de manifestantes que salieron a las calles en 2011 y 2012. Fundado a principios de 2014, su rápida ascensión probó que había sitio para otros colores políticos: el morado de Podemos.

Un poco más tarde, llegaba el naranja de Ciudadanos, dirigido desde 2006 por otro treintañero, el abogado Albert Rivera, que comenzó a surgir a finales de 2014 a nivel nacional.

“La corrupción siempre ha existido pero nadie se había atrevido a poner límites a los grandes partidos”, explicaba en la noche del viernes en el mitin de clausura de Ciudadanos, una simpatizante entusiasta de 30 años, Vanessa González, contable, que no votó en 2011 pero parece segura de hacerlo esta vez.

La misma noche, en Valencia, decenas de miles de personas aclamaron a Pablo Iglesias, profesor de Ciencias Políticas y aliado del primer ministro griego Alexis Tsipras, que aboga por un gobierno centrado en la defensa de los más pobres y contra la Europa de la “señora (Angela) Merkel”, la canciller alemana.

Para contrarrestar a los partidos emergentes, Rajoy, de 60 años, se concentra en los mayores -11 millones de electores, casi un tercio de los 34,6 millones que viven en España, tienen más de 60 años- y aboga por la “seguridad” y la continuación de una gestión sana de las finanzas públicas que garantice las pensiones, advirtiendo contra los “experimentos”.

Los primeros resultados oficiales se conocerán hacia las 22:30, anunció el gobierno.