Una constante y copiosa lluvia en Paraguay ha causado la crecida del río homónimo y dejó hasta este sábado 13.000 familias desplazadas, además de calles anegadas y violentas protestas ante oficinas del gobierno en reclamo de atención estatal.

El desborde del Paraguay, que el viernes sumaba a su cauce más de siete metros, forzó el desplazamiento de 13.000 familias de los Bañados de Asunción, un empobrecido barrio a orillas del río, según informó la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) en un comunicado difundido a última hora del viernes.

Si se calcula un promedio de cinco personas por familia, la cifra de desplazados podría ubicarse en 65.000 solamente en Asunción, que tiene unos 500.000 habitantes.

“La institución ha provisto toda la ayuda humanitaria requerida para la instalación de los afectados por la inundación en la ribera del río Paraguay, en los más de 100 albergues habilitados, donde cerca de 13.000 familias están refugiadas”, escribió la SEN.

Una periodista de AFP pudo confirmar que decenas de familias se habían parapetado precariamente en algunas aceras del centro de la capital, usando como techos y paredes chapas de madera. La ropa colgada, puesta a secar, entre una lámina y otra se ensuciaba de nuevo por el humo del tráfico colapsado por la intermitencia de los semáforos.

NORBERTO DUARTE / AFP

NORBERTO DUARTE / AFP

Imágenes difundidas en las redes sociales mostraban calles inundadas, coches navegando en las vías, árboles caídos, casas con agua hasta las ventanas y largas colas de autos en varias regiones del país, además de la capital.

El presidente Horacio Cartes declaró el viernes estado de emergencia en Asunción y otros siete departamentos: Concepción, San Pedro, Misiones, Central, Ñeembucú, Amambay y Presidente Hayes.

El estado de emergencia libera recursos “para combatir los efectos ocasionados por el grave temporal y las inundaciones registradas en esas zonas del territorio de la República”, señala el texto.

En Misiones (sur), 1.200 caminos vecinales quedaron destruidos y sus casas anegadas, informó el viernes radio Uno, citando al gobernador Derlis Maidana.

“El único inconveniente con que se tropieza es que, cuando se inician los trabajos de reparación, y a los días vuelven las lluvias, entonces se tiene que comenzar de cero”, dijo Maidana.

Un grupo de “bañadenses”, como se califica a los habitantes de los inundados bañados, protestó a las puertas de la SEN en reclamo de más y mejor ayuda, en un episodio que acabó en violentos enfrentamientos con las autoridades y que incluyeron quema de cauchos e intervención policial.

Bajo este húmedo panorama y enfrentado a una huelga general que se cierne sobre el país el lunes y el martes, Cartes debe poner su mejor cara el lunes, cuando se celebrará la cumbre de Mercosur con los presidentes del bloque y sus estados asociados.

Autoridades advierten que la crecida del río puede causar un ambiente propicio para la proliferación del Aedes Aegypti, el nefasto mosquito que está detrás del dengue, la chicunguña y el recién llegado, pero no menos feroz, zica.

Hace dos semanas, los fuertes temporales que azotaron Asunción y su periferia dejaron dos muertos y múltiples destrozos.