Un gran crecimiento del agujero de ozono, el cuarto más grande de los últimos 35 años y una gran variabilidad en los índices UV, fueron las principales conclusiones de la edición 2015 del Informe de Radiación UV y Cáncer de Piel en Chile, presentación con que la Corporación Nacional del Cáncer (CONAC) lanzó su campaña anual de prevención del cáncer de piel, denominada “Por un verano sin huella”.

El agujero de ozono es más alto este año debido a que las temperaturas estratosféricas sobre el polo sur fueron más bajas que los años anteriores. Esto significó un aumento en la radiación UV sobre Punta Arenas, entre septiembre y diciembre.

Por otra parte, Ernesto Gramsch, doctor en física de la Universidad de Santiago y director de la Red de Medición Ultravioleta de la Corporación Nacional del Cáncer (CONAC), señaló que si en los meses de septiembre, octubre y noviembre se registró una radiación ultravioleta menor en comparación a los años anteriores – debido a una mayor nubosidad -, diciembre repuntó rápidamente a los índices históricos. Así, en lo que va del mes, ya se alcanzó el índice “extremo” que se ha podido observar otros años. Además, agregó que esta peligrosidad se mantendrá durante diciembre y enero, a pesar de la variabilidad climática y las nubosidad que se pronostica. Esta variabilidad significa que será mucho más fácil sufrir quemaduras este año.

La actividad se dividió en dos capítulos. El primero, dedicado a las mediciones de radiación UV del último año en nuestro país y las conclusiones que se obtuvieron a partir del análisis comparativo con los datos de los años anteriores. En tanto, el segundo capítulo fue de carácter clínico, durante el cual se revisó la incidencia del cáncer de piel en Chile, entre otras informaciones sobre la enfermedad.