Unas fotos extraídas de Siria en las que se ven los cuerpos de miles de prisioneros torturados en las cárceles del régimen son una prueba “abrumadora” de crímenes contra la humanidad, según un nuevo informe de Human Rights Watch (HRW).

En las instantáneas se ven ojos arrancados, gente con lesiones en la espalda o el vientre, cuerpos descarnados y cientos de cadáveres en un galpón, en medio de bolsas de plástico para enterrarlos.

Durante nueve meses, la ONG examinó 28.707 fotos de “César”, un ex fotógrafo de la policía militar siria que huyó del país en julio de 2013, llevándose con él 53.000 fotos de cuerpos torturados.

“Estamos seguros de que las fotografías de César son pruebas auténticas y abrumadoras de crímenes contra la humanidad en Siria”, afirma Nadim Houry, vicepresidente de Human Rights Watch (HRW) para Oriente Medio y África del Norte.

HRW entrevistó a 33 allegados de 27 víctimas identificadas, 37 ex prisioneros que vieron a gente morir en detención y cuatro ex guardias de centros de detención u hospitales militares que decidieron desertar.

Ahmad al Musalmani tenía 14 años cuando fue detenido en agosto de 2012 porque tenía en su teléfono celular una canción contra el presidente Bashar al Asad. Estaba tratando de cruzar la frontera libanesa para asistir al entierro de su madre.

Su tío, un ex abogado, pagó más de 14.000 dólares por su liberación, en vano.

Cuando las fotos de César fueron publicadas, Dahi al Musalmani reconoció a su sobrino. “Fue el shock de mi vida. Lo estuve buscando durante 950 días. Antes de morir, su madre me dijo: ‘lo dejo bajo tu protección’. ¿Qué protección podría haberle dado yo?”.

“Estas fotografías representan una parte ínfima de las personas que murieron detenidas en las cárceles sirias. Hay miles más que sufren el mismo destino”, destacó Houry.