Los cadáveres de dos hijos de refugiados iraquíes fueron encontrados este miércoles frente a las costas occidentales turcas, la víspera de unas nuevas conversaciones sobre la crisis migratoria en Bruselas entre países europeos y Turquía.

Las dos víctimas, de seis y dos años, fueron halladas por unos pescadores turcos flotando en el mar Egeo, con los chalecos salvavidas puestos, entre la región de Çeşme (oeste) y la isla griega de Quíos, indicó la agencia de prensa Dogan.

Desde comienzos de año, más de 650.000 migrantes se han aventurado en el mar desde Turquía para alcanzar las islas griegas del Egeo oriental y desde allí avanzar hacia Europa central y del norte, según la ONU.

En el mismo período, más de 500 personas, muchas de ellas niños, han perdido la vida en el intento, de acuerdo con la Organizaión Internacional para las Migraciones (OIM).

El jueves, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, participará en una “minicumbre” sobre la crisis migratoria con ocho países de la UE, entre ellos Alemania, principal destino de los migrantes.

A finales de noviembre, Ankara y Bruselas concluyeron un acuerdo que prevé una ayuda europea de 3.000 millones de euros a Turquía, que a cambio se compromete a controlar mejor sus fronteras y a cooperar en la lucha contra los traficantes que operan en su litoral.

En Turquía se encuentran actualmente unos 2,5 millones de refugiados sirios e iraquíes, que huyen de la guerra en sus respectivos países.