Tras dos años de suspensión, este martes se reanudó la evaluación del proyecto hidroeléctrico Neltume. El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) solicitó que los organismos entreguen sus observaciones en 2 días, pese al rechazo de comunidades mapuche.
El organismo determinó levantar la medida provisional, luego que Endesa Chile enviara una carta que daba cuenta de los avances en el proceso de consulta indígena a 24 meses de haber interrumpido la iniciativa.
El proyecto, ingresado el año 2010, se encontraba entrampado por carecer -a juicio de comunidades mapuche- la legitimidad en la consulta indígena, por lo que la empresa aseguró a través del SEA que cambiarán el trazado de las aguas que inundarían un centro ceremonial.
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Jorge Weke, werkén del Parlamento Coz Coz, sostuvo que es incoherente el procedimiento y aseguró que el organismo de Gobierno sólo busca beneficiar a la empresa.
Hernando Silva, del equipo jurídico del Observatorio Ciudadano, cuestionó al Servicio de Evaluación Ambiental por otorgar sólo 2 días para que las distintas organizaciones ingresen sus observaciones a las adecuaciones del proyecto.
Este martes finaliza el proceso para que 7 servicios de Estado y el municipio de Panguipulli se pronuncien, hasta el momento la Seremi de Salud se manifestó conforme y la Dirección de Aguas ingresó observaciones subsanables.
En cuanto a los trabajos para la galería de prospección que posee Resolución de Calificación Ambiental desde el año 2009, las obras se encuentran paralizadas por compromiso del Gobierno, mientras no se aclare si las tierras corresponden a territorios indígenas.
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Por este caso intervino la Unesco, ya que las obras del proyecto se encuentran en el área de influencia de la reserva mundial de la biósfera, que comparten Chile con Argentina, solicitando pronunciamiento de ambos gobiernos y poniendo en riesgo su ejecución.
La Organización Internacional del Trabajo también ha cuestionado la Resolución de Calificación Ambiental, ya que no contó con la consulta indígena.
Y tras la última denuncia presentada por comunidades mapuche, la justicia anuló los derechos de agua concedidos para el proyecto en el 2014.
