Una banda criminal integrada por policías, abogados y delincuentes que se dedicaba a la extorsión, asaltos y sicariato en el norte del Perú, fue capturada en un gigantesco operativo, tras ocho meses de trabajo de inteligencia.

La banda denominada “Los Injertos del Comandante Mella”, dirigida por Luis Gerardo Escobar Calderón “Comandante Mella”, era integrada por un mayor de la policía, siete suboficiales, tres abogados y ocho delincuentes más.

Estos hombres “conformaban en Piura (norte, frontera con Ecuador) una organización delictiva dedicada al sicariato, extorsión, robo agravado, estafa y otros delitos“, informó el ministerio Público en una nota.

El operativo es dirigido por la fiscal de crimen organizado Rosario García y participan cincuenta fiscales de diversas regiones del país y mil efectivos, la mayoría procedentes de Lima. Se inició en la madrugada del viernes y aún no culmina porque se sigue revisando documentos hallados, señaló la fiscalía.

Se intervinieron 40 viviendas y 11 celdas del penal de Piura, donde a reos través de celulares extorsionaban a empresarios, comerciantes, agricultores y otros.

El “Comandante Mella’ fue atrapado en su vivienda mientras dormía, asimismo a su lugarteniente Andy Gustavo Flores Vite, señaló la prensa regional.

La policía confiscó gran cantidad de municiones, armas, teléfonos celulares, tarjetas de crédito, agendas con apuntes de sus víctimas, uniformes y placas policiales y drogas.

Entre las pruebas acumuladas por personal de inteligencia y fiscalía hay muchas horas con grabaciones de conversaciones, de interceptación telefónica, videos de seguimiento y de reuniones en bares y estacionamientos entre los policías y los ladrones para planear los delitos.

La delincuencia se ha convertido en uno de los problemas centrales del gobierno del presidente Ollanta Humala, que hace una semana declaró el estado de emergencia en la provincia del Callao, vecina de Lima, donde se ubican el mayor puerto y aeropuerto del país, para combatir una ola de sicariato, narcotráfico y extorsión, que ha provocado muertes por enfrentamiento entre bandas.

Un estudio del gubernamental Instituto Nacional de Estadística e Informática, revela que en 2014 en Perú ocurrieron 6,7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, índice que casi se triplica en el Callao.

El ministro del Interior, Luis Pérez Guadalupe, ofreció canjear tabletas por armas ilegales. “Quiero plantear entregar una tablet a aquella persona que quiera entregar un arma. Vamos a cambiar la violencia por educación”, dijo.